María León: «La gente cree que estoy todo el día de vacaciones»

Cinco minutos de charla con María León son suficientes para comprobar que detrás de su imponente 1.82 de estatura, su cabello rubio y su intensa mirada se oculta una mujer natural, sin dobleces y apasionada de su trabajo. La hija de los marqueses de la Cañada nos ha citado en la plaza de las Salesas de Madrid para descubrirnos sus rincones favoritos a bordo de una exclusiva colección de bicicletas Peugeot, comercializadas en España por Calmera. Llega puntual y de lo más estilosa enfundada en unos pantalones blancos, un tres cuartos de rayas y unos veraniegos espadriles. «He dejado de ponerme tacones porque cuando eres tan alta a veces uno se siente un poco extraterrestre», bromea al llegar.

Esta sevillana de 36 años se licenció en Ciencias Ambientales, pero su futuro tomó pronto otros derroteros.

Cuando aún estaba en la universidad le ofrecieron varios trabajos como modelo y posteriormente comenzó a trabajar como directora de Comunicación de Pedro del Hierro. Actualmente ejerce como coolhunter, experta en estilo de vida y embajadora lifestyle de Peugeot. Detesta que se refieran a ella como bloguera. «No me siento nada identificada con la etiqueta de blogger porque mi trabajo va mucho más allá. De alguna manera mi blog ha ensombrecido mi labor ejecutiva. Detrás del María León personaje hay una persona que desarrolla proyectos de marketing digital, una plataforma de contenidos y muchas cosas más. Mi cabeza no para. Soy una cafetera de generar ideas», confiesa divertida a ABC con su inconfundible acento sevillano. Le cuesta perder la sonrisa y destila sinceridad en cada una de sus respuestas.

María está constantemente en el ojo del huracán. Más de 62.000 personas siguen a diario sus peripecias en Instagram. Lamenta que a veces se puedan llevarse una impresión errónea y superficial de ella. «El problema de las redes sociales es que la gente se piensa que estoy todo el día de vacaciones, pero en cada viaje que hago por motivos laborales hay una trabajo muy duro de organización. Detrás de una imagen hay una persona. A veces se crean unos prejuicios que no se corresponden con la realidad. Yo soy súpercasera y muy de andar por casa. Soy más de comprar experiencias que de comprar cosas materiales». María señala además lo difícil que es su vida como autónoma, compaginando hasta siete proyectos a la vez. «Yo siempre lo comparo con una carrera de caballos. Tienes que alimentar a cada uno de ellos aunque a lo mejor sólo lleguen a la meta tres».

Con esa frenética faceta profesional le cuesta encontrar tiempo para el amor, aunque no cierra la puerta a nada. En abril de 2012 contrajo matrimonio en el palacio sevillano de Lebrija con el artista conceptual Juan Garaizábal. Seis meses después firmaban el divorcio. En 2015, mantuvo una fugaz relación con Vicente Dalmau propietario de las bodegas Marqués de Murrieta. Aquello tampoco llegó a buen puerto. «No me gusta hablar de mi vida privada. He vivido una serie de experiencias que no han sido un camino de rosas, pero no me quedo nunca con lo malo. Mi trabajo me fascina, estoy contenta con lo que hago. Las cosas no se fuerzan, tiene que darse el momento y si tiene que llegar alguien, llegará», comenta con sinceridad y cautela, ya que siempre ha sido muy celosa de su intimidad.

Tampoco descarta formar una familia. Eso sí «siempre y cuando encuentre al compañero ideal de viaje». María lo tiene muy claro. «Para tener hijos necesito una relación estable con un hombre que tenga los mismos valores que yo. Que sea buena persona trabajador, curioso, aventurero... Si no hay eso, no creo en el proyecto».