EE.UU.

La guerra entre Donald Trump y Megyn Kelly llega a las librerías

La presentadora de Fox News publica sus memorias, en las que detalla sus desencuentros con el presidente electo

Los Ángeles Actualizado: Guardar
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Parece que, aún encajando en el estereotipo de rubia guapa, trabajar para la cadena Fox en EE.UU. no es precisamente placentero. Al menos eso dice la presentadora Megyn Kelly(45 años) en sus memorias, «Settle for more», que será publicadas el próximo martes y a las que ha tenido acceso el periódico «The New York Times». En su libro, Kelly desvela cómo se ha convertido en una heroína del feminismo enfrentándose al presidente electo Donald Trump en su propio terreno.

El rotativo neoyorquino la define como una «gallina en el gallinero de la Fox», una mujer que asegura que el próximo presidente no respeta a las mujeres; al contrario, las acosa. Según explica Kelly, Trump no recibió bien sus preguntas en el primer debate y tomó represalias contra ella, telefoneándola personalmente. «Casi desato mi bella cuenta de Twitter contra ti. Y puede que todavía lo haga», cuenta Kelly que le dijo Trump.

La periodista fue una de las moderadoras del primer debate entre los candidatos republicanos, que organizó la cadena Fox meses atrás. Durante el debate, Kelly realizó una pregunta a Trump que no le hizo ninguna gracia: le interrogó sobre su historial de insultos a diversas mujeres, entre los que figuraban «puercas gordas, zorras y animales repugnantes».

El polémico candidato la acusó entonces de estar en su contra, de ser una «mentirosa» y de estar «sobrevalorada». Y en Twitter reprodujo los mensajes de algunos de sus seguidores, llamándola «bimbo».

«Uno podía ver que (a Kelly) la sangre le salía por los ojos, que le salía por todas partes», dijo Trump después del debate. Muchos lo consideraron un comentario sexista relacionado con la menstruación, algo que el magnate negó. «La gente empezó a preocuparse de Trump, su nivel de agitación no se equilibraba con las circunstancias. Sí, era el primer debate; sin embargo, su comportamiento era extraño, especialmente para un hombre que quiere los códigos nucleares, escribe Kelly en su libro. El ataque de Trump contra ella motivó tanto a sus seguidores, que colapsaron su teléfono con mensajes obscenos y amenazas de muerte. «Fue como si hubiera encendido un interruptor causando una inundación de intensa suciedad», admite la periodista.

La ira del candidato

Megyn Kelly, la estrella de Fox News –su programa es líder de audiencia en Estados Unidos en su franja horaria–, ha sentido la ira de Trump en su propia carne y lo escribe en unas memorias que prometen arrasar en las librerías. Su enfrentamiento con el presidente electo, a quien hace unos meses señaló por sus comentarios machistas, la ha convertido en la protagonista de la actualidad política estadounidense.

Trump, un defensor a ultranza de la lealtad, se sintió traicionado por Kelly cuando esta se negó a formar parte de su equipo. Meses antes de anunciar su candidatura, invitó a ella y a su marido, Douglas Brunt, a Mar Lago, la residencia de Trump en Palm Beach, Florida. Más tarde, intentó persuadirla para pasar un fin de semana con dos amigas en el hotel Trump de SoHo en Nueva York. «Esa es una de las historias que no han salido a la luz sobre la campaña del 2016. Yo no fui el único periodista a quien Trump ha ofrecido regalos a cambio de cobertura positiva. Muchos reporteros me han dicho que Trump les ha ofrecido desde habitaciones de hotel hasta viajes en su 757», admite Kelly en las páginas de sus memorias. Normalmente, si un candidato presidencial cuestiona la integridad de un periodista, el director del medio defiende a su empleado; sin embargo, en el caso de Kelly, el presidente de la cadena Fox, Roger Ailes, la llamó para amonestarla. «Una y otra vez Roger me preguntaba: ‘‘¿Estás siendo justa con Trump?’’ Sentía que debía mostrar más escepticismo hacia el candidato».

Cuando Trump disparó su primera ráfaga en Twitter, el marido de Kelly exigió una respuesta de la cadena Fox. Pero el presidente de la cadena, suspendido hace un mes bajo acusaciones de acoso sexual, optó por el silencio. El reinado de Ailes terminó el día que Rupert Murdoch y sus hijos, dueños de Fox, descubrieron que tenían un depredador al frente de su compañía y fue Kelly quien llamó personalmente a Lachlan Murdoch (co-presidente de News Corporation y 21st Century Fox), para decírselo.

Kelly no se muestra tímida contra Trump, pero tampoco se define como una feminista al uso. En realidad, rechaza el arquetipo. «Creo que cuanto menos hablemos de género, mejor. Muchos presentadores van de puerta en puerta llamando para conseguir un programa. Yo trabajo en mi oficina noche y día, creando mis oportunidades». Como bien explica «The New York Times», hoy es una mujer que tiene mucho que perder ante el nuevo presidente de Estados Unidos.

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