Athina Onassis junto a su amigo Pedro Veniss en Cannes el pasado verano
Athina Onassis junto a su amigo Pedro Veniss en Cannes el pasado verano - E-PRESS PHOTO

Athina Onassis celebra el año con la compra de un carísimo caballo irlandés

La rica heredera se blinda con sus fieles, mientras prepara la batalla de su divorcio: será en marzo, en Bruselas, y no será generosa con Doda Miranda

Corresponsal en Atenas Actualizado: Guardar
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Mientras que el jinete brasileño Álvaro de Miranda Neto (43 años) se encuentra en Brasil, recomponiendo su vida sentimental junto a una bella periodista llamada Denize Severo, su exmujer, Athina Onassis (31), permanece a este lado del océano cerrando las heridas del que ha sido uno de los años más difíciles de su vida: el de la ruptura con quien todavía es su marido desde 2005, tras un lío de faldas. Y lo hace en compañía de sus vecinos y amigos más fieles: el matrimonio formado por Jan Tops, uno de sus consejeros, y la australiana Edwina Alexander Tops. Ambos tienen en los Países Bajos su propio negocio hípico a poca distancia del de Athina, en la zona de Valkenswaard, donde se encuentran los establos de los caballos de la Familia Real de Qatar.

Allí, la hija de la malograda Cristina Onassis ha recuperado la ilusión gracias a una carísima adquisición: MHS Going Global, su nuevo caballo.

Aconsejada por Jan Tops, Athina compró el equino durante un reciente viaje a Irlanda. En diciembre de 2014, cuando participaba en un concurso de saltos en Ginebra, la nieta de Aristóteles Onassis sufrió una aparatosa caída de su montura AD Camille Z-Zang. Ella no sufrió daños físicos, pero su caballo se partió una de las patas traseras, por lo que fue sacrificado. Athina lloró desconsolada, mientras las cámaras captaban el momento.

MHS Going Global, su nueva montura, es un ejemplar irlandés con 10 años de edad, criado en la provincia de Kilkenny y anteriormente montado por los jinetes Francis Connors y por Greg Broderick. Lo que nadie sabe a ciencia cierta es el precio definitivo que Onassis ha desembolsado a los antiguos dueños del equino, el propio Broderick y el canadiense Lee Kruger: entre 10 y 12 millones de euros. En los medios hípicos se afirma que el precio final ha sido de 11,5 millones de euros, aunque nadie lo ha confirmado. En su página de Facebook, Greg Broderick agradecía al caballo todas las alegrías que le había dado y deseaba «a su nueva propietaria, Athina Onassis, mucha suerte con él».

Rodeada por sus fieles

Athina sigue siendo un enigma: nunca concede entrevistas y se ha refugiado en un reducido grupo de fieles -entre los que también figura otro atractivo jinete brasileño, Pedro Veniss- con los que se encuentra a salvo. El temible abogado norteamericano Robert Cohen, al que Onassis ha recurrido para librar la batalla judicial de su divorcio, que se ha pospuesto hasta el mes de marzo, también es otro de sus grandes apoyos.

Es muy posible que Athina pase el fin de año con su hermanastra Sandrine y su marido, con quienes mantiene buena relación. En 2015 fue testigo de la boda de Sandrine, celebrada en la iglesia de Villeny, cerca de la finca que Thierry Roussel, el padre de Athina, tiene en la región francesa de Sologne. Sandrine también es la única de su familia paterna que acudió a su enlace con Doda, celebrado en Sao Paulo el 3 de diciembre del 2005, y entre 300 guardaespaldas. Nunca se confirmó la presencia de sus otros dos hermanos, Erik y Johann. Athina, por el contrario, sí mantiene contacto telefónico con su madrastra, Gaby Landhage, pero parece que aún no hay un acercamiento con su padre, Thierry Roussel, quien siempre renegó de su relación con Doda.

Poco amistoso

En cuanto al divorcio, en marzo y ante la Justicia belga, se vislumbra que no será amistoso. Athina Onassis tiene una fortuna estimada en más de 2.000 millones de euros y Doda se «conformaría» con 100 millones. Sin embargo, podría haber firmado un acuerdo prenupcial, que estipula que sólo se llevaría un millón de euros por cada año de casado. Así pues, «solo» le correspondería once millones. Eso sí, se quedaría con los carísimos regalos que Athina le ha hecho a él y a sus dos hijos Viviana y Fernando, a quienes la amazona ha querido como propios. También están en juego la casa familiar en Sao Paulo, las propiedades en Bélgica y Holanda, y la mansión de Wellington, en Estados Unidos, donde se dice que Doda le fue infiel. Pero, ¿se conformará Miranda con esos 11 millones? Veremos el desenlace.

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