El alivio financiero y familiar de Javier Hidalgo tras el rescate de Air Europa
Hijo de Juan José Hidalgo y CEO de Globalia desde 2016, el empresario ha liderado durante estos meses de crisis las dos operaciones más importantes de la compañía que creó su padre
La aprobación por parte del Gobierno del rescate público de Air Europa por 475 millones de euros ha supuesto un auténtico alivio en el seno de Globalia y en el de la familia de Juan José Hidalgo , presidente de este conglomerado empresarial. Pepe Aviones -como le llaman algunos compañeros empresarios- compró la aerolínea en 1991; antes, creó Halcón Viajes , la primera agencia que comenzó con el todo incluido en España. Ya retirado, vive a caballo entre España y República Dominicana. Allí se encontraba a principios de año, cuando la Organización Mundial de la Salud calificó como pandemia la crisis sanitaria del Covid-19. «Pepe permaneció en República Dominicana durante los meses más duros. Tiene 79 años y era conveniente que se quedase allí . Luego volvió y ha estado en España todo el verano», cuenta un amigo íntimo del empresario. En el Caribe ha podido estar tranquilo gracias a la decisión que tomó en 2016, cuando nombró CEO de Globalia a su hijo Javier Hidalgo (48 años), que es quien « se ha arremangado estos meses y ha llevado la voz cantante de la compañía » en toda esta crisis.
«En Globalia tenían un problema de caja muy preocupante y el tiempo corría en su contra. En un contexto de pandemia , bajas la persiana de una agencia de viajes, pones en ERTE a los trabajadores y, aunque es grave, no es una situación dramática; pero una aerolínea tiene compromisos de leasing y que los aviones estén aparcados conlleva un coste de mantenimiento. Cuesta muchísimo dinero tener la aerolínea parada y todo el tiempo que pasaba era un problemón», explica una fuente de Globalia, al tiempo que considera que «el hecho de que haya una indicación clara de que va a haber un rescate, quita muchísima presión a la compañía » de cara a los acreedores «porque saben que la cosa está encaminada». Esta misma fuente asegura que el esfuerzo de Javier Hidalgo estos meses «ha sido titánico y ha dado sus frutos».
Además del problema de liquidez, la pandemia ha impedido también que el grupo anglo-español IAG comprase (a través de Iberia) Air Europa por 1.000 millones de euros , una maniobra que en noviembre de 2019 se anunció como la mayor venta de la historia en el sector aéreo español. El Covid-19 truncó una operación que habría hecho a los Hidalgo más ricos todavía . Pero, lejos de verlo como algo negativo, la familia prefiere ver el rescate de Air Europa por parte del Gobierno como una oportunidad que les ha permitido allanar el terrero para la compra de Iberia , ya que la venta sigue en pie y está en proceso de renegociación . «El hecho de tener la oferta de Iberia seguramente haya ayudado a que el rescate fuera posible. Sin esa oferta encima de la mesa, articular un rescate quizá habría sido más complicado. Javier ya había dicho en el pasado que uno de los motivos que impulsaba la venta de Air Europa a Iberia era que una compañía de tamaño mediano es inusual porque en un momento determinado, ante circunstancias difíciles, era más difícil que saliera adelante. Ahora se ha visto que él tenía razón».
Desde que la crisis sanitaria comenzó a hacer estragos en Globalia y hasta hace un mes, cuando desde Air Europa lanzaron un contundente SOS al Gobierno -«Necesitamos el dinero ya», dijeron-, Javier Hidalgo es quien ha gestionado estas dos grandes operaciones. La venta a Iberia y el rescate del Gobierno han sido sus principales focos de atención. Mientras tanto, en los meses de confinamiento, con la aerolínea trajeron a España material sanitario desde China, operaron vuelos de repatriación y cedieron dos hoteles Be Live que Globalia tiene en Toledo para la lucha contra el virus. Al lado de Javier Hidalgo en todas estas acciones han estado sus hermanas, María José y Cristina , quienes ocupan los cargos de Directora General de Air Europa y directora de Compras de Globalia, respectivamente. El ahogo de la compañía en los últimos meses ha vuelto a poner en duda la buena relación que existe entre ellos. «Están muy unidos. Nunca se han llevado mal, pueden tener sus discusiones, como todos los hermanos, pero en las cosas importantes van de la mano», apunta una amiga íntima de la familia. Aunque estas operaciones eran independientes, lo cierto es que de las dos depende el futuro de la compañía que creó su padre y de la que vive toda la familia.
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