Cameron en una foto de archivo
Cameron en una foto de archivo - abc

Los biógrafos de Cameron reconocen que no tienen pruebas de su ritual sexual con un cerdo

El libro cuenta también que su novia entre 1990 y 1991 se hizo monja tras caer en el alcohol y las drogas por la ruptura

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Viñeta humorística en la portada de «The Times» del martes. Un cerdo vestido de chaqué se toma un café con cara de enfado. A sus espaldas otros dos cerdos también de pajarita cuchichean mirándolo: «Él nunca habla de su etapa en Oxford».

La biografía «Llámame Dave», publicada a modo de venganza por el ex donante del partido conservador Lord Ashcroft, se ha convertido en el chiste de Inglaterra y el comentario recurrente en las redes sociales debido a lo que se podría llamar el «Pig-Gate». Lo que anima a los humoristas es el pasaje del libro que asegura que David Cameron, en sus días de estudiante en Oxford, introdujo «una parte privada de su anatomía» en la boca de un cerdo muerto.

La ceremonia sexual formaba parte del rito de bienvenida al club de borracheras Piers Gaveston, del que el estudiante Cameron fue miembro, según escribe su antiguo colaborador Lord Ashcroft. El magante, que donó en su día más de diez millones de euros a los tories, rompió con Cameron después de que lo dejase fuera de su Gobierno pese a habérselo prometido.

Pero todo indica que el rigor no es el fuerte de la nueva biografía. La periodista Isabel Oaksehott, ex cronista política de «The Sunday Times» y coautora de la obra, ha reconocido en una entrevista en Channel 4 News que no consiguieron probar la historia y que se limitaron a recoger lo que una fuente les había contado. Oaksehott intenta también quitar hierro al asunto, indicando que el lance con el cerdo solo ocupa unos cortos párrafos de un extenso libro y añade que los autores ni siquiera llegan a decir que consideren cierta la historia.

Amigos de Cameron negaron tajantemente que el hoy primer ministro llegase a formar parte del desmadrado Club Piers Gaveston, que toma su nombre de un supuesto amante del rey Eduardo II. Fuentes de Downing Street declinaron hacer cualquier comentario, «porque eso dignificaría el libro». Por su parte Cameron se mostró en la noche del lunes de un excelente humor en una recepción con jugadores de críquet, que se produjo cuando ya se había publicado la historia del cerdo en el diario conservador sensacionalista «The Daily Mail», que está ofreciendo avances del libro, que se publicará el mes próximo.

Novia monja

Mientras tanto «Llámame Dave» sigue divirtiendo a los británicos, porque no falta de nada. Ahora se ha conocido que Laura Adshead, novia de Cameron en 1990 y 1991, se ha convertido en monja, en la hermana Juana María de un convento de Estados Unidos. Cameron y Laura, una chica rubia delgada, de buena familia y gratas facciones y que también se había formado en Oxford, coincidieron trabajando en los cuarteles generales del Partido Conservador. Según la obra, en la etapa en que Cameron estuvo empleado allí, desde 1988 a 1992, aquello parecía un bar más que la sede de un partido. Laura pasó de trabajar allí a hacerlo en Downing Street, donde fue una de las secretarias del premier John Major.

Tras ser abandonada por Cameron sufrió un gran golpe emocional y se fue a vivir a Filadelfia, donde estudió en una escuela de negocios y luego se convirtió en ejecutiva de publicidad. Pero entró en una rutina de alcohol y drogas, que en 2008 la llevó a Alcohólicos Anónimos y de allí a un convento. «Pensaba que mi vida iría por el carril normal de encontrar a alguien, casarme y tener hijos, pero ese no era el sendero que Dios tenía para mí».

Pero como decían los dibujos animados, no se vayan todavía que aún hay más. El libro cuenta que 2008, dos años antes de llegar a primer ministro, Cameron y su mujer eran fijos en las fiestas de los súper ricos en los Cotswolds, zona de paisaje privilegiado del sudoeste de Inglaterra donde están algunas de las más encantadoras villas de descanso del país. La biografía asegura que en esas fiestas corría el alcohol desenfrenadamente e insinúa que también la cocaína. En una ocasión Cameron había bebido tanto que perdió su teléfono móvil y transitaba por la fiesta balbuciendo si alguien lo había encontrado.

Chipping Norton

Los participantes de esas fiestas son conocidos como la élite de Chipping Norton, pero en un juego de palabras con esnifar el libro habla de «Chipping Snorton». En una celebración de Fin de Año en una finca, con tiendas de campaña a lo árabe y 500 invitados, todos de la élite británica, Cameron coincidió con Rebekah Brooks, la mano derecha de Murdoch para sus diarios ingleses, y con el extrovertido presentador de motor Jeremy Clarkson.

Antes de llegar a primer ministro, Cameron se dejó fascinar por el universo Murdoch y mantenía una estrecha relación con Rebekah Brooks, la responsable de «News of the World». Pero tras el escándalo de las escuchas de la prensa amarilla el político se alejó de la periodista. Brooks acaba de ser readmitida por Murdoch, que la ha vuelto a promocionar como responsable de su conglomerado editorial inglés después de que fuese absuelta en las vistas judiciales por las escuchas.

El libro publica también fotos de Cameron a caballo con ropa de etiqueta ecuestre. Son imágenes que se cree que el político intentó hacer desaparecer, para evitar el cliché de clasista, que podría distanciarlo de parte del electorado.

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