El vicepresidente de EE.UU. Joe Biden pierde a su hijo por un tumor cerebral

Beau Biden sabía lo que era estar al borde de la muerte. En 1972, cuando aún no llegaba a los tres años, sobrevivió a un grave accidente de automóvil, en el que fallecieron su madre y una hermana. En noviembre de 2013, en pleno ejercicio profesional como fiscal general del estado de Delaware, superó un tumor cerebral que le habían diagnosticado unos meses antes. Tanto él como su padre, el vicepresidente de Estados Unidos Joe Biden, demostraron una gran tenacidad ante esos reveses en la familia.

Sin embargo, esta primavera se reactivó el tumor, que Beau no ha podido superar. Murió el sábado, a los 46 años. Estaba casado y tenía dos hijos.

«Toda la familia Biden está entristecida más allá de las palabras.

Sabemos que el espíritu de Beau vivirá en todos nosotros», indicó el vicepresidente estadounidense en un comunicado. Poco después, la Casa Blanca transmitió unas palabras del presidente Barack Obama: «Joe es uno de los hombres más fuertes que jamás he conocido. Nada le importa más que su familia. Es una de las cosas que amo de él».

Obama hacía referencia a la fortaleza que Joe Biden demostró cuando entró en política, en 1972. Nada más ser elegido senador por Delaware, puesto que mantendría durante casi 40 años, falleció su esposa, Nelia Hunter. Cuando Nelia regresaba a casa con sus hijos pequeños después de comprar un árbol de Navidad, un accidente acabó con su vida y con la de su hija de un año. Beau, que era el mayor, y su hermano Hunter resultaron gravemente heridos.

Mientras pasaba los días junto a sus hijos hospitalizados, Biden, aún senador electo, pensó en renunciar al escaño obtenido en el Capitolio. Finalmente, en el mismo hospital, juró su nuevo cargo. «Focalizarme en mis hijos fue mi salvación», diría luego. Joe Biden se casó de nuevo en 1977 y tuvo otra hija.

Momentos duros

La tragedia no es nueva en la vida de Biden. Cuando era niño vio cómo se hundía la carrera profesional de su padre; en su madurez, padeció una hemorragia cerebral que casi le lleva a la tumba poco después de retirarse de las primarias demócratas para la presidencia en 1988.

Beau se parecía enormemente a su padre. La similitud de muchas expresiones se explica por las horas que ambos hablaban de política. A finales de 2006 fue elegido para el puesto de fiscal general de Delaware. Sacó tiempo entre sus funciones para servir brevemente en Irak como miembro de la Guardia Nacional. Cuatro años después, valoró la posibilidad de presentarse al puesto de senador que había dejado Joe Biden al acceder a la vicepresidencia, pero finalmente optó por concurrir a un segundo mandato como fiscal general. Su mandato terminó el pasado mes enero. Cuando estaba considerando una candidatura para gobernador de Delaware en 2016, le llegó la noticia de la reactivación del tumor.

Del primer tumor fue tratado en el hospital Anderson de Houston (Texas), con radiación y quimioterapia. Con el segundo fue hospitalizado en el Walter Reid Medican Center de Washington, con un tratamiento especialmente invasivo que no ha podido superar. Las pasadas Navidades, los Biden habían enviado una tarjeta de felicitación en la que se veía a trece miembros de la familia en una balsa haciendo rafting. El vicepresidente iba en medio y Beau justo detrás de él.