Lauren Bacall vende hasta el paragüero

Cuando Lauren Bacall murió el verano pasado, su apartamento en Nueva York era una impresionante caverna de recuerdos, piezas de arte y antigüedades. No había una pared sin cuadros o pósters, un mueble sin figuritas ni una mesilla sin candelabro.

Todo ha sido colocado esta semana en subasta, en la venta estrella de la temporada para la casa Bonham’s.

Bacall es uno de los iconos de Hollywood del siglo XX y el apetito de coleccionistas y seguidores de la actriz ha quedado claro en los días que ha durado la subasta: pujaron más de 1.500 personas de 34 países para hacerse con alguno de los 740 lotes que salieron a la venta. El catálogo era un bazar fantástico, donde se podía encontrar casi de todo: cuadros y esculturas de primer nivel, joyas, carteles de películas, fotografías, muebles, cuberterías, jarras de cerveza, vestidos, bastones, sillas de director, juegos de té, miniaturas, espejos, lámparas y hasta un paragüero.

La pieza que alcanzó el precio más alto fue un grabado coloreado a mano de John James Audubon, uno de los principales naturalistas de EE.UU. Se adjudicó por 173.000 dólares, casi tres veces por encima de la estimación. Una pareja de paisajes de Albert York, vendidos por 161.000 dólares, supuso el récord para el artista, mientras que una escultura de bronce de Henry Moore alcanzó los 118.750 dólares. Entre las joyas, la más valorada fue un anillo de diamantes, amatista y turquesas de Jean Schlumberger colocado por 52.500 dólares, más de cuatro veces el precio estimado.

La historia de amor de Bacall con Humpfrey Bogart también se sintió en la sala de subastas. Se conocieron en el rodaje de «Tener y no tener», cuando ella tenía 19 años y él 25 más. Se casaron al año siguiente, tuvieron dos hijos, y el amor duró hasta que un cáncer de pulmón acabó con Bogart. Los objetos relacionados con el actor que salieron a la puja se dispararon mucho más allá de su estimación. Uno de sus baúles se vendió por 47.5000 dólares, cuando se esperaba obtener un máximo de 1.500. Una mesa de juego se adjudicó por 26.250 dólares, nueve veces más de lo esperado.

La subasta recaudó 3,6 millones de dólares. Si se le suma lo obtenido por dos esculturas de Henry Moore que Bonham’s vendió en noviembre, el total del valor de la colección de Bacall llegó a los 5 millones de dólares. El dinero irá a parar a sus tres hijos: Stephen Humprey y Leslie –los dos que tuvo con Bogart- y Sam, fruto de su matrimonio con Jason Robards, con quien estuvo casada entre 1961 y 1969.

La mayor parte de lo que se subastó estaba desplegado en casa de Bacall cuando la actriz falleció. Es un amplio apartamento de casi 400 metros cuadrados en el emblemático edificio Dakota, con una vista privilegiada sobre Central Park. También está a la venta, por 26 millones de dólares, aunque todavía no ha encontrado comprador. A su favor está la impecable localización y la posibilidad de vivir con el espíritu cercano de Bacall, que adquirió el apartamento en 1961 y lo habitó hasta su muerte, cuando contaba 89 años. Pero el comprador también tendrá que convivir con otros fantasmas: en el mismo edificio vivió John Lennon con Yoko Ono, y a la puerta del Dakota fue donde en 1980 el ex ‘beatle’ murió tiroteado por su ‘fan’ David Chapman.