Los amores de Marilyn Monroe, a puño y letra

«Cartas de amor» es una obra de teatro escrita por A.R. Gurney en 1988. Cuenta la historia de un affaire que dura toda una vida, a través de las cartas que se intercambian dos amantes. Algo similar se podrá vivir en Beverly Hills a principios de diciembre, con Marilyn Monroe como protagonista. Decenas de cartas de amor (y de desamor) entre el símbolo sexual y algunos de sus grandes romances –Joe DiMaggio, Arthur Miller– saldrán a la luz. Una colección de correspondencia íntima y otros recuerdos de la actriz formarán parte de la subasta de los bautizados como «archivos secretos» de Monroe. La ha organizado la casa Julien’s Auctions y se celebrará el 5 y 6 de diciembre en su sede californiana, donde, a cuatro días del comienzo de las pujas, se exhibirán 300 piezas que salen a la venta.

Algunas de las cartas más desgarradoras tienen que ver con Joe DiMaggio. Marilyn y el ídolo del béisbol se casaron en enero de 1954, pero su matrimonio no duró más de nueve meses. Pero su historia no acabó ahí. El jugador de los Yankees fue un apoyo en los momentos más duros y hubo amagos de recuperar el romance. DiMaggio lloró en su funeral y mandó flores a su tumba cada semana durante veinte años.

Años antes, en el momento de su ruptura, Marilyn también lloró, pero ante las cámaras de televisión a las que anunció su separación. En una de las cartas que irán a subasta, destinada a «Mrs. Joe DiMaggio», el beisbolista le imploraba que no le dejara: «Quiero estar contigo. No hay nada que querría más que recuperar tu confianza en mí», escribió. «Mi corazón se partió en dos cuando te vi llorar delante de toda esa gente», continuó DiMaggio.

En la subasta también saldrán a la venta objetos personales, como ropa, un sostén, un liguero e incluso una placa de rayos X del pecho de la actriz. Pero la parte más interesante está en la correspondencia. Hay cartas de amigos como Cary Grant, Clark Gable y Jane Russell. Esta última le pedía en una misiva de diez páginas que diera otra oportunidad a DiMaggio.

De su tercer y último marido, Arthur Miller, también hay testimonio en esta colección. «Por favor, si alguna vez te he hecho llorar o te he hecho todavía más triste, aunque solo fuera por un segundo, por favor perdóname, mi chica perfecta. Te quiero», apuntaba el dramaturgo a mano al final de una carta escrita a máquina. «Es difícil comprender cómo tú, el más diferente, el más bello de los seres humanos, eligió quererme a mí», respondía Marilyn en otra misiva. En la subasta también se incluye un montaje, personalizado para la actriz, sobre el rodaje de su última película, «The Misfits», escrita por Miller. Es la pieza con precio de salida más alto de la puja –20.000 dólares– y en ella se ve a una Monroe divertida junto a otras estrellas de la película.

Marilyn falleció por sobredosis en 1962. En su testamento, decidió que todos estos documentos quedaran en poder de Lee Strasberg, el célebre mentor de actores. Este último, a su vez, los entregó a un amigo para que cuidara del tesoro. Según la casa de subasta, la puja rondará el millón de dólares. Contra la idea de que Monroe fue idolatrada en la vida pública y desgraciada en la íntima, el director de la subasta, Martin Nolan, asegura que «es fantástico comprobar lo querida que era. Siempre hemos pensado lo poco querida que era, que ansiaba ser amada, que necesitaba esa seguridad. Pero tuvo todo eso».