La dieta 'vintage' de la alcachofa arrasa en 2015

«Todo vuelve», como dicen las abuelas. Y en este 2015 le está tocando el turno a la dieta 'vintage' por excelencia; la de la alcachofa. Se trata de un régimen nutricional que triunfó hace veinte años y que vuelve ahora por ser eficaz, sano y económico.

Las dietas más extravagantes, mantenidas con productos carísimos, se perdieron junto con la paga extra de Navidad. Ahora volvemos a mirar hacia lo más tradicional y contrastado. Volvemos a ponter los pies sobre la tierra, a ser posible, sobre tierra bien cultivada. Vuelve la alcachofa con fuerza pero, eso sí, con novedades importantes.

Las farmacias están reponiendo sus stocks en estos días con un producto nuevo llamado Alcachofa Mix Detox, por ejemplo, que es la renovación de las píldoras de alcachofas de los noventa, con algunas ventajas añadidas.

Este producto se ha de disolver en un litro y medio de agua y tomarlo a lo largo del día.

El valor que aporta la alcachofa, que es colerética y colagoga, es decir, que estimula la secreción de jugos pancreáticos y hepáticos. Esto traducido a román paladino signfica que aligera las digestiones, especialmente de las grasas y carnes.

También se les aporta ahora extractos de té e hinojo, éste último, un diurético conocido desde la Antigüedad y que vuelve a incluirse ahora en las dietas de última moda. El té verde es también uno de los viejos remedios de siempre, eficaz y natural, que estimula la movilidad de las grasas y las sitúa en el torrente sanguíneo, donde nuestro organismo puede utilizarlas como sustrato energético.

En definitiva, el mayor aporte del té verde en la dieta es que ayuda, sitúa a disposición de nuestro cuerpo las grasas acumuladas en sitios indeseados (michelines) para quemarlas, aunque no se puede decir que las queme, porque no sería exacto.

Además de ingerir este brebaje natural, lo ideal para perder al menos unos tres kilos en diez días es acompañarlo con una comida al día basada en la alcachofa, combinada con carne o pescado, para no aburrir demasiado pronto y para no perder los aportes de proteínas necesarios.

Y continuar con una alimentación normal, de abuela. La dieta mediterránea que nunca debimos de abandonar, la de cuando no había dinero para comprar todos los días chorizo y tocino y sólo se comía carne un par de veces a la seman. La más lógica.

Por último, los nutricionistas consultados aconsejan siempre, sin excepción, acompañar el recorte en aportaciones calóricas (comer menos) con ejercicio físico. En este punto, hay un secreto que pocos conocen: para perder peso hay que hacer más de 40 minutos de ejercicio al día, independientemente de la intensidad, porque a partir del minuto 41 es cuando nuestro organismo comienza a quemar las reservas de grasa.