El pueblo donde los vecinos deciden

Los 8.500 vecinos de Soto del Real son de los pocos que pueden decir, con total rigurosidad, que ellos proponen y disponen del presupuesto municipal. No de todo, claro está, pero sí de una parte -un 2 por ciento-, que se corresponde con el llamado «presupuesto participativo», un experimento que inició el año pasado el alcalde, Juan Lobato (PSOE), y que este año se repite con aún mayor éxito entre los vecinos.

El propio regidor lo explica: «Lo primero fue constituir unos consejos sectoriales, que son básicamente un concejal y un grupo de vecinos». Hay diez de estos, cada uno ocupado de un sector o materia: deporte, educación, obras, animales... Del total de las cuentas municipales, un 2 por ciento se destina al presupuesto participativo.

«Es una cantidad que queda reservada con ese único fin», indica Lobato.

Cada uno de los consejos sectoriales elabora proyectos -dos como máximo, con un coste no superior al 25 por ciento del total de la partida con la que cuentan-. No sólo los piensan: también los desarrollan y cuantifican. Una vez aprobados en el consejo, se registran en el Ayuntamiento y son analizados por los técnicos municipales. Que son los encargados, señala Lobato, de certificar que se refieren a competencias locales, se ajustan a la normativa, al planeamiento urbanístico si procede, que su valoración económica es ajustada...

Una vez al año, todos los vecinos mayores de 16 años son convocados a votar estos proyectos; el pasado domingo se celebró esta asamblea ciudadana, donde se estudiaron los 13 proyectos que han presentado este año los diferentes consejos.

Los más votados

«Cada uno puede elegir hasta cuatro, de entre todos los proyectos. Luego, se ordenan por número de votos, y se incluyen en el presupuesto del año siguiente los más votados, hasta que se cubre el 2 por ciento destinado a este fin», aclara el alcalde.

Hay todo tipo de iniciativas: iluminación de zonas peatonales, retirada de obstáculos en las aceras, parques infantiles, instalación o mejora de zonas deportivas, un parque canino, una actuación arqueológica en la Dehesa Boyal... «De los 13 presentados, han entrado los ocho que han quedado primeros». Los cuatro que tuvieron luz verde el año pasado ya se han ejecutado.

Lobato cree que la clave del éxito estriba en que «son los propios vecinos los que proponen los proyectos y los que los votan». Una fórmula que fomenta e incentiva la implicación de los ciudadanos en los asuntos públicos -«hay más de 200 formando parte de los consejos sectoriales, y votan miles a los presupuestos», explica-, y un ejemplo de auténtica democracia participativa que el alcalde no cree que sea sólo de aplicación en un pueblo pequeño. «Madrid tiene distritos y barrios, y el mismo aparato técnico, o mucho más, que nosotros», recuerda.

Lobato es el primer alcalde socialista de Soto del Real, donde gobierna desde mayo de 2015 con seis concejales, frente a los 5 del PP, uno de Ganemos Soto y uno de Ciudadanos.