La Policía alerta de «la alarmante autoproducción de porno en menores»

Uno de los aspectos que más llama la atención de la Unidad Central de Ciberdelincuencia es la autoproducción de pornografía realizada por los propios menores de edad. Tienen entre 8 y 14 años y no son conscientes de lo que hacen. Se graban con el móvil, a veces en ropa interior, en bañador o desnudos, cuelgan las imágenes en Youtube en privado o en abierto y al publicar ese contenido en un grupo comienza a circular sin saber dónde acabará hasta que se clausura. «Es lo más alarmante que está detectando la Brigada de Investigación Tecnológica, encargada de la protección de los menores», explica Roberto Fernández Alonso, inspector jefe de la Sección Operativa de Redes.

Ello quizá puede obedecer a la sexualización de la infancia, pero lo cierto es son los propios niños quienes se filman por su propia voluntad, sin que nadie los obligue. Al tratarse de menores, ese contenido es considera pornografía y la unidad correspondiente trata de eliminarlos», recalca. Por ello, los padres deben controlar el acceso a los móviles de sus hijos y vigilar sus contenidos hasta que sean conscientes de los riesgos que corren.

Uno de los delitos más habituales de los que son víctimas los menores es el «grooming» o ciberacoso, cometido por mayores de edad. Estos se hacen pasar por menores para ganarse la confianza de la víctima, a la que captan en las redes sociales. Intercambian fotos y después, les exigen imágenes cada vez más comprometidas . En caso de no plegarse a los deseos del acosador, amenazan con decírselo a sus padres.

En los delitos relacionados con la pornografía infantil hay cuatro niveles: la descarga y posesión de archivos que se comparten en internet, convirtiéndose en distribución, la producción y los abusos. «Hay dificultades tecnológicas para poner coto el abundante intercambio de este material. parte de él está en Tor, la red anónima u oscura, uno de los inconvenientes para averiguar quién está detrás», concluye.