El alcalde Antonio González Terol dentro de uno de los cinco hornos de cal hallados esta misma semana, junto con el director del yacimiento arqueológico, Juan Sanguino
El alcalde Antonio González Terol dentro de uno de los cinco hornos de cal hallados esta misma semana, junto con el director del yacimiento arqueológico, Juan Sanguino - ABC
Arqueología

La búsqueda de San Babilés revela los orígenes de Boadilla del Monte en la Edad del Hierro

El hallazgo de construcciones de ese época, esta misma semana, adelanta la historia de la población un milenio hasta el siglo VII a. C. Además se han hallado cinco nuevos hornos de cal

MADRID Actualizado: Guardar
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La búsqueda de San Babilés, patrón de Boadilla del Monte, ha dado un giro inesperado a la historia del municipio. Tras retomar las excavaciones para hallar los restos de su patrón en el cerro homónimo, los arqueólogos han descubierto en los últimos días la huella de nuevas construcciones datadas en la primera Edad del Hierro. Una revelación que adelanta los orígenes de esta localidad situada al oeste de la capital, un milenio antes de lo fijado en la historia, concretamente en el siglo VII-VI a. C. Se trata de un descubrimiento «muy importante» que, según Juan Sanguino –director del yacimiento–, permite comprender mejor la importancia de este cerro en el asentamiento de los primeros pobladores de la zona.

«Hemos descubierto estructuras muy pobres de las que apenas quedan marcas perimetrales en el suelo de construcciones que se asimilarían a una cabaña de pastores», explica Sanguino a ABC.

Hasta ahora, la zona ha sido estudiada como yacimiento visigodo (de los siglos VI al VIII d. C.), época de la data su importante necrópolis y la mayoría de los objetos y piezas recuperadas. En este lugar –en el que la tradición sitúa el martirio de San Babilés el 30 de octubre de 717 por los musulmanes– se han encontrado jarras, alhajas y varios tipos de vasijas, así como restos de otras cabañas y un horno de cal que, según los expertos, indica que se habrían reutilizado materiales para levantar una iglesia en el siglo XII sobre un antiguo templo visigodo.

Seis hornos de cal

Después de un mes de los cinco que durará esta campaña, los arqueólogos ya han descubierto más tumbas y otros seis hornos de cal que revelan mucha información sobre cómo fue construida la ermita dedicada a San Babilés, desaparecida tras su destrucción y saqueo en el siglo XVIII.

«Se han identificado ya hasta cinco nuevos hornos, de la misma época y de menores dimensiones, dispuestos en grupo, y uno de ellos geminado», describe Sanguino. Esto corrobora el interés que mostraron los constructores del templo en finalizar cuanto antes su trabajo. «Tenían mucha prisa por sacralizar este espacio para el cristianismo tras la reconquista. En este sentido, la presencia de varios hornos permitía mantener diversas cargas de cal que impedían la paralización o retraso de los trabajos y disponer de este material imprescindible para la construcción de la ermita», explica el director del yacimiento.

La búsqueda del santo continúa, pero más allá de este objetivo, las excavaciones están permitiendo profundizar en los orígenes de la ermita. «Se están estudiando los alrededores del cenobio y esperamos tener más sorpresas esta campaña», prevé.

Por su parte, el alcalde Antonio González Terol asegura que estos últimos hallazgos refuerzan la decisión del municipio de musealizar este espacio. El plan de excavaciones arrancó en 2014 y este año cuenta con más recursos que los anteriores, con un presupuesto de 250.000 euros.

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