A la izquierda, los restos de la ermita en el Cerro de San Babilés; a la derecha, uno de los cuerpos encontrados en las tumbas
A la izquierda, los restos de la ermita en el Cerro de San Babilés; a la derecha, uno de los cuerpos encontrados en las tumbas - ABC

San Babilés: Boadilla del Monte retoma las excavaciones para encontrar a su patrón

El Ayuntamiento inicia una nueva fase de la búsqueda arqueológica de San Babilés, cuyos restos son del siglo VIII

Madrid Actualizado: Guardar
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El Ayuntamiento de Boadilla del Monte ha retomado las excavaciones arqueológicas para hallar los restos de San Babilés, patrón del municipio, en el cerro homónimo. Esta nueva fase del proyecto, que durará cinco meses y contará con un presupuesto de 250.000 euros, continuará con la búsqueda del santo martirizado en el siglo VIII, pero también prevé profundizar en la ermita y la necrópolis visigoda encontradas anteriormente.

Los hallazgos más importantes de la campaña inicial marcarán la hoja de ruta del equipo que dirige el arqueólogo Juan Sanguino. El plan, iniciado en febrero de 2014, se centrará esta vez en conocer cómo era el modo de vida de los pobladores del entorno de la ermita y excavar completamente los restos del templo y la necrópolis adjunta, según explican fuentes municipales.

En segundo término, se adecuará la zona para que los primeros interesados visiten este espacio.

Desde el Ayuntamiento destacan que esta segunda fase es «más ambiciosa» que las precedentes. La idea no es solo aumentar el conocimiento sobre la historia del municipio, sino también asociarlo con el sector turístico y económico. Si en la primera remesa el proyecto contó con una partida de 40.000 euros, ahora se ha multiplicado por seis. El alcalde de Boadilla, Antonio González Terol, asegura que su equipo de Gobierno ha apostado por seguir con la búsqueda de San Babilés porque «tenemos una obligación con la historia de nuestra ciudad pero también con la de nuestra región». «Desenterrar las raíces que nos unen con nuestro pasado tendrá un retorno económico a corto, medio y largo plazo que nos ayudará a incentivar el sector turístico», añade.

Importantes avances

Los vestigios descubiertos hasta la fecha ayudan a esbozar una idea de cómo era la España visigoda. El equipo de arqueólogos cree que lo hallado es solo una mínima parte de lo que subyace en el Cerro de San Babilés, situado junto a la M-50 y la Ciudad Financiera del Santander.

En este lugar se han encontrado jarras, alhajas y varios tipos de vasijas, así como restos de cabañas y un horno de cal que, según los expertos, indica que podrían haberse reutilizado materiales para levantar una iglesia en el siglo XII sobre un templo visigodo. Después de los primeros días de trabajo en las nuevas excavaciones, comenzados hace menos de un mes, los arqueólogos ya han descubierto más tumbas y otro horno que aún debe analizarse con detalle.

Lo cierto es que el trabajo desarrollado ha deparado importantes avances en la investigación, si bien no hay todavía ninguna evidencia de la presencia del santo. De hecho, las excavaciones comenzaron con la incógnita de si San Babilés existió o no, pues no hay datos confirmados. Sin embargo, la Hermandad de San Babilés. que instó al Ayuntamiento a que comenzará la búsqueda, sí posee numerosas referencias históricas que avalan su presencia en este cerro.

Uno de los restos encontrados en las tumbas
Uno de los restos encontrados en las tumbas

La consideración de las excavaciones alcanzó un nivel tal que el Ayuntamiento de Boadilla del Monte solicitó a la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid que incluyera el yacimiento en la ruta de los principales restos arqueológicos de la región. Además, anunció su pretensión de que el Cerro de San Babilés iniciara los trámites para ser musealizado.

El hallazgo más destacado, como informó entonces ABC, es un enterramiento con el que se dio apenas iniciado el proyecto, a finales de agosto de 2014. Se trata de una sepultura de grandes dimensiones, con una losa de granito, ubicada tan solo a 60 centímetros de la superficie. En un primer momento se pensó que podría tratarse de la tumba de San Babilés, pero aún no se ha revelado a quién pertenecen los restos encontrados.

Moneda visigoda encontrada en una tumba
Moneda visigoda encontrada en una tumba

Debajo de esta pesada tapa apareció una estela romana que actúa como la cabecera del sepulcro, con otra masa de granito a los pies. Esta suerte de sarcófago constaba de un único individuo que tenía como ajuar una botella de cerámica, con cuello esbelto, fino y alargado, y cuerpo en forma de globo. El equipo de arqueólgos concluyó que el recipiente podría datar del siglo VII u VIII y que la estela romana fue rescatada por los visigodos, época en la que se ubica la sepultura.

La dimensión atribuida al hallazgo remite a diferentes factores que apuntalan la hipótesis de que podría tratarse de un personaje de enorme relevancia en sus días. El primero y fundamental es la ubicación de la tumba, bajo el altar de la iglesia medieval y alineada con las dos necrópolis encontradas. También se tiene en cuenta la calidad de los materiales y la reutilización de esa estela de origen romano.

A esta tumba se llegó, en parte, por la utilización de un georradar, una herramienta que, empleada también en el Convento de las Trinitarias para hallar los restos de Miguel de Cervantes, reduce considerablemente los plazos y aumenta las probabilidades de éxito al señalizar los puntos donde excavar. El equipo de Sanguino, después de los primeros sondeos, llegó a ella después de otros descubrimientos en el templo, donde alumbraron cerca de cuarenta enterramientos, también visigodos por su disposición.

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