El rey Felipe cambia el Palacio Real por su despacho en Zarzuela en su tercer mensaje de Navidad

Tercer mensaje de Navidad de Felipe VI y tercera ubicación diferente para dirigirse al país. Vuelta a la Zarzuela, esta vez a su despacho. Atrás queda el Palacio Real, lugar elegido hace un año. Nuevo discurso con especial énfasis al presente, al "hoy", y al "futuro". Palabras sólo superadas en número por sus alusiones a la "sociedad", hasta nueve, por delante, por primera vez del resto, también de sus menciones a "España". Referencias literales a las que se le suman las implícitas, como Cataluña, que por segundo año consecutivo el rey no ha mencionado en ningún momento, pero que vuelve a identificarse en sus palabras por sus mensajes de unidad y respeto a la ley. Con alusiones por primera vez a la recuperación económica. Y una mínima referencia. también como novedad en tres años, al respeto entre hombres y mujeres, eso sí, sin ahondar en la violencia machista. Algo más de doce minutos de discurso en los que, como ya hiciera en 2015, no vuelve a hacer menciones a la corrupción. Con un 80 por ciento de planos cortos para evocar una cercanía con el ciudadano. Con fotografías con la reina Letizia y sus hijas, además de los reyes eméritos. Puesta en escena con el monarca sentado delante de su escritorio, el mismo por el que han pasado este 2016, hasta en cinco ocasiones, los diferentes portavoces parlamentarios en la ronda de consultas para formar gobierno. El mismo lugar, también, elegido por su padre, él de pie, y bajo la atenta mirada entonces de Felipe como príncipe, en su penúltimo mensaje de Navidad antes de la abdicación. -Redacción-