El pleno de Ferrol tumba la tasa de saneamiento entre críticas a Suárez

Un nuevo desencuentro con la oposición. El alcalde de Ferrol fracasó ayer en el intento de sacar adelante su propuesta para implantar en el concello una nueva tasa de saneamiento y depuración de aguas. En un pleno extraordinario convocado para tratar esta cuestión, Jorge Suárez logró el respaldo de todos los grupos de la oposición –a excepción del PP– para derogar el anterior impuesto implantado durante el mandato de los populares. La polémica saltó a la hora de debatir el nuevo gravamen propuesto por el regidor rupturista. La propuesta de Suárez obtuvo el rechazo mayoritario de todos los grupos de la oposición, que aprovecharon para criticar su gestión y denunciar que el nuevo impuesto responde a los intereses de la parte privada de Emafesa, la empresa mixta encargada de la gestión del agua en Ferrol.

«Es una tasa impuesta por el gerente de Emafesa», denunció ayer la portavoz del PSOE en el Ayuntamiento y ex teniente de alcalde del gobierno ferrolano, Beatriz Sestayo. Según la socialista, el gravamen propuesto por los rupturistas –de 6 euros al mes por un consumo medio de 10 metros cúbicos por domicilio– se basa únicamente en un informe elaborado por el gerente de la parte privada de la empresa de aguas, interesada en conseguir una mayor recaudación para paliar la difícil situación económica que atraviesa. En este sentido, tanto Sestayo como el resto de grupos de la oposición calificaron la nueva tasa como «inasumible» por entender que los ferrolanos pagarán casi el doble de lo que abonan concellos vecinos como Narón. «Los números no dan por ningún lado», denunció la portavoz del PP, Martina Aneiros.

Por su parte, el regidor calificó como «irresponsable» la actitud de los grupos de la oposición a los que acusó de bloquear el proceso de saneamiento de la ría de Ferrol, que tendría que ponerse en marcha el 1 de abril y que de momento permanece en el aire al no haberse aprobado la nueva tasa de depuración de aguas. El alcalde rupturista señaló, además, que el grupo de gobierno seguirá dialogando con la oposición para sacar adelante esta medida, especialmente con los grupos «que nos llevaron a la alcaldía», BNG y PSOE. Para intentar remover la conciencia de los grupos, Suárez recurrió a la situación de los mariscadores de la ciudad, que «están en una situación límite» por el bloqueo de la tasa de saneamiento. «Si eso se considera demagógico, pienso que más demagógico es estar aquí montado un numerito durante tres horas con tal de no aprobar una tasa», defendió el regidor.

Ausencia de dos concejales

A la votación de ayer no asistieron ni el portavoz de Ferrol en Común, Álvaro Montes, ni la concejala no adscrita integrada en el gobierno local Rosa Méndez. Suárez restó importancia a la ausencia de los dos ediles al entender que la única opción para aprobar la tasa dependía de la abstención del PP. Con todo, en las últimas semanas, el regidor ha tenido que soportar las críticas de miembros de su propio equipo. Una de ellas, la concejala de Obras, Esther Leira, que expresó en público su descontento con las partidas reservadas a su departamento en el proyecto de presupuestos municipales. El regidor calificó como «legítimas» las críticas de la edil y descartó que esas declaraciones vayan a tener consecuencias en el seno del gobierno ferrolano.