El equipo de Fainders New Zealand
El equipo de Fainders New Zealand - Cedida

Nueva Zelanda es Galicia «a lo grande»

Noa Veiga dejó todo por las antípodas, y ahora tiene una web para ayudar a españoles a seguir su ejemplo

Santiago Actualizado: Guardar
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Noa Veiga cuenta que una de las cosas que más le extrañó cuando llegó a Nueva Zelanda fue que no había españoles... y decidió cambiar las cosas. Esta joven pontevedresa quiso dar un giro de 180 grados a su vida tras diez años trabajando en banca privada y se marchó a las antípodas. «Decir antípodas ya suena a que va en serio», explica Noa por videoconferencia sobre su propia experiencia, cuando hace cuatro años y medio aterrizó en la ciudad de Tauranga, en la isla norte del país. Ahora, en colaboración con otras personas hartas de la monotonía de la oficina y de la vida cosmopolita que, al igual que ella, se lanzaron a la aventura neozelandesa, dan a conocer el país ayudando a que otros también se enamoren del territorio kiwi.

« Fainders New Zealand» surgió con la idea de «tender un puente entre dos culturas», dirigido a jóvenes con ganas de vivir una experiencia única, mejorar su nivel de inglés, trabajar o incluso emigrar. Noa y sus compañeros observaron que en el país no había estudiantes españoles principalmente por un problema de «desinformación», por lo que llevaron su proyecto web a las instituciones educativas neozelandesas, que les mostraron su apoyo. La principal ventaja es que, a diferencia de lo que pasa en partes de Europa y en Estados Unidos, en Nueva Zelanda es posible estudiar y al mismo tiempo trabajar un máximo de horas, algo que Fainders decidió dar a conocer.

Actualmente «Fainders New Zealand» actúa como representante de estos organismos educativos, ayudando con el papeleo y documentación e incluso contactando con asesores de inmigración para los interesados. El proceso es muy sencillo y totalmente gratuito. En primer lugar, la persona interesada se registra en la web, a continuación un miembro del equipo contacta con ella a través de Skype o por teléfono y envía la información más relevante para que esa persona empiece a tomar decisiones. Durante la estancia, el recién llegado pasa a formar parte de la «comunidad fainders». Recientemente han dado el salto a Latinoamérica, donde están teniendo mucho éxito en países como Chile y Argentina.

«Hay un periodo de transición para entender la cultura» y adaptarse a la forma de vida del país, explica la cofundadora de Fainders. Algunas personas sufren un «shock» cuando llegan sin un trabajo prometedor o sufren dificultades con el idioma. En cambio, otras se lo toman como un «crecimiento personal», la mejor manera de afrontar el cambio. «Cuando llegué trabajé como camarera por primera vez en mi vida», confiesa Noa.

Más que Auckland

«La gente cuando piensa en Nueva Zelanda solo piensa en Auckland», pero realmente este país es mucho más que eso. «Es naturaleza pura en estado puro», cuenta Noa Veiga de este territorio en el que disfrutar de la más absoluta tranquilidad y libertad. La conexión con la naturaleza se hace latente en un ambiente «muy rural», como «una Galicia a lo grande».

La calidad de vida es una de las más altas del mundo, siendo el cuarto país más seguro y pacífico según el Índice de Paz Global. «El sistema funciona», con una fuerte influencia anglosajona, pero también por «cómo se enfoca la sociedad» asegura Noa, pues tiene en cuenta el «desarrollo personal» de sus habitantes. Sus cuatro millones y medio de vecinos repartidos entre las dos islas disfrutan de este estilo de vida relajado, el «take it easy» inglés. «No vivo para trabajar, trabajo para vivir», reza la filosofía kiwi.

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