La ministra Ana Pastor entrega a Carmela Silva, en presencia de Fátima Báñez, unas monedas para introducir en la urna durante la colocación de la primera piedra de la futura sede de la Seguridad Social
La ministra Ana Pastor entrega a Carmela Silva, en presencia de Fátima Báñez, unas monedas para introducir en la urna durante la colocación de la primera piedra de la futura sede de la Seguridad Social - EFE

Molestos por no salir en la foto

Varios concejales de Vigo y la presidenta de la Diputación de Pontevedra se sintieron desplazados en un acto con las ministras Pastor y Báñez, desatando la polémica

Vigo Actualizado: Guardar
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Un malentendido desataba ayer la polémica en Vigo al sentirse varios ediles socialistas y la teniente de alcalde y presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva, desplazados durante el acto de colocación de la primera piedra de la sede de la Tesorería de la Seguridad Social. La decisión del equipo de protocolo del Ministerio de Empleo de abrir el perímetro para que los medios de comunicación pudieran captar a las ministras Fátima Báñez y Ana Pastor colocando varios objetos en una urna que luego sería enterrada, dejando fuera de la foto a Carmela Silva, provocó las quejas de la representación municipal por el trato dispensado. El edil David Regades apeló a Pastor para hacer valer la condición de la número dos del gobierno local —acudió en representación del alcalde—, quien posteriormente restó hierro al asunto al asegurar que «es triste que ocurran estas cosas, pero no tiene importancia».

Para quien sí la tuvo es para Santos Héctor. Pese a las disculpas manifestadas por el responsable de prensa, quien se acercó a Silva para explicarle que desconocía su condición, el concejal le increpó con un «¿pero tú quién te crees que eres para hablarle así a la presidenta? En el PP no sabéis lo que es educación».

Pronto se han olvidado del episodio de la placa del auditorio «Mar de Vigo» que el alcalde descubrió un día después de su inauguración. Pese a que a la obra fue financiada por la Xunta con 18 millones de euros, en el rótulo solo aparece el nombre del socialista Abel Caballero.

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