El mejor banco del mundo, un paso más lejos del mar por seguridad

Como si quisiera estar cada vez más cerca del mar, y unos setenta metros por encima de él, Rafael Prieto instaló un banco en los acantilados de Loiba , en los bordes escarpados de la Mariña. Fue el año 2009; y el suyo fue también, en términos turísticos, el gesto más rentable para toda una comarca. Ahora se retrae por seguridad.

Por aquel entonces, pronto comenzaron a llegar los visitantes de todos los lugares de Galicia a otear el mar desde el aposento de Loiba, y sus vistas cobraron fama internacional desde que en 2010 un grupo de jóvenes que participaban en el Festival de música celta de Ortigueira le encontraron un nombre. Lo pintarrajeron en el respaldo: « El mejor banco del mundo ». O mellor banco do mundo. The best bank of the world. Las tres denominaciones son ahora marcas registrada, gracias a la autorización que el Ministerio de Industria concedió en 2016 a Ortigueira: el banco de Loiba pasó de ser el mejor del mundo, a ser el mejor del mundo oficialmente.

En tiempos de turismo global e Instagram, las autoridades locales no tuvieron otro remedio que gestionar su propio éxito. Habilitaron accesos, canalizaron el tráfico hasta los acantilados e implantaron señalización advirtiendo de la peligrosidad de la zona , como tomar fotos de espaldas al mar. En un día de temporal como los que se vienen registrando en Galicia desde hace unos meses, en A Mariña el viento sopla fácilmente por encima de los 100 kilómetros hora.

Y como todas las precauciones siempre piden algunas más, el ayuntamiento ha decidido este martes retrasar la posición del banco 2,5 metros. Después de que una vallisoletana de 25 años falleciera en la playa de As Catedrais (Ribadeo) por el desprendimiento de una roca en una gruta, Ortigueira prefiere prevenir otra fatalidad causada por un posible proceso de erosión del acantilado. «Las personas que quieran arriesgar su vida lo pueden hacer aquí y en cualquier sitio del mundo. Pero mi obligación como responsable municipal es cuidar que, ante la más mínima duda, no cambie la vida de una familia por un accidente que se puede evitar » ha declarado el alcalde, el socialista Juan Penabad, en declaraciones a La Voz de Galicia .

El suceso de As Catedrais ha destapado un debate sobre la seguridad en este tipo de enclaves turísticos . Desde la Semana Santa de 2016, la Xunta limitó, vía autorizaciones online, la afluencia al popular arenal para proteger su conservación ; pero ahora hay voces que exigen dar un paso más allá, como prohibir el acceso a las cuevas, o crear un pasillo de seguridad para blindar a los visitantes (unos 4.800 diarios en temporada alta) de posibles desprendimientos. De momento, la administración autonómica ha encargado un nuevo estudio a la Universidad de Coruña (UDC) para evaluar el estado de las rocas y coordinar con el resto de autoridades la implantación de nuevas medidas de protección.