LA CORUÑA

Las cubiertas de Riazor se eternizan

La reforma del estadio coruñés, una de las mayores obras a cargo del equipo de Xulio Ferreiro, acumula más de seis meses de retraso. Vecinos y comerciantes de la zona denuncian el malestar y las pérdidas generadas a raíz de esta demora

Obras en la cubierta de Riazor y en las inmediaciones del Estadio IAGO LÓPEZ

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Primero la previsión era terminar las obras a mediados de agosto, luego en septiembre y ahora el Gobierno local de la Marea Atlántica baraja la fecha del 11 de diciembre para culminar la reforma de la cubierta del estadio de Riazor . Los constantes retrasos en el plazo de finalización de esta infraestructura, una de las obras de mayor envergadura a cargo del equipo de Xulio Ferreiro, han puesto en pie de guerra a los vecinos y comerciantes de la zona, que denuncian cómo los trabajos se «eternizan» aumentando el malestar y las pérdidas económicas para residentes y pequeños empresarios.

« Hay problemas de tráfico, problemas con los colegios, con la entrada a los garajes, problemas de todo tipo . Deben tomar una solución porque esto no tiene fin», censura Pedro Méndez, presidente de la asociación de vecinos de Riazor. Sin embargo, Méndez explica que los mayores perjudicados por las demoras en los trabajos han sido los aficionados del Deportivo y los comerciantes de la zona. El retraso de las obras obligó al club a solicitar jugar las tres primeras jornadas de Liga fuera de casa e incluso tuvieron que aplazar la celebración del Teresa Herrera, la competición «decana» de los trofeos veraniegos que cada año se celebra en la ciudad durante el mes de agosto.

Ya a principios de septiembre, con la obra interior aún incompleta, unos 8.500 socios tuvieron que ser reubicados en el encuentro contra el Sporting de Gijón. Este hecho obligó a cancelar el desembarco en la ciudad de unos 4.000 aficionados sportinguistas , que según la federación de peñas de este club podrían haber dejado en la ciudad casi medio millón de euros entre alojamientos y consumiciones. «Cuando hay partidos de este tipo la hostelería se surte de material abundante y de repente de la noche a la mañana les dicen que no hay partido. Muchos perdieron todo el material y el enfado fue importante », resume el presidente de la asociación de vecinos, que constata el enorme malestar que le trasladan los comerciantes de la zona.

En el siguiente encuentro fueron cerca de mil los aficionados que tuvieron que ser reubicados en otras zonas del estadio y ya en noviembre el Ejecutivo de Xulio Ferreiro anunció un nuevo atraso en las obras, esta vez derivado de un tirón de orejas de la Inspección de Trabajo, que obligó a la empresa adjudicataria a construir una pasarela sobre la cubierta para acometer las posteriores labores de mantenimiento. « Hay una continua improvisación. No hay control de seguimiento de los contratos y todo son excusas . Este último retraso es por incumplimientos detectados en una inspección, pero antes fue por la lluvia, como si aquí hiciese siempre sol, por parones porque había partidos o por retrasos en la firma del contrato. La ineficacia de la Marea es desesperante», manifestó a este diario la líder del PP coruñés, Beatriz Mato.

Desde el Gobierno local, en cambio, justifican las demoras debido a la «gran importancia» del proyecto —con un presupuesto de más de siete millones de euros— y a la «complejidad» del mismo. «Además, se realiza en un entorno en el que cada dos semanas hay miles de personas, lo que obliga a extremar al máximo las precauciones para garantizar la seguridad», señalan a este diario fuentes del equipo de Ferreiro, que matizan que a día de hoy «las estructuras fundamentales están prácticamente terminadas» y solo falta colocar unas placas en la cubierta y la instalación de la citada pasarela.

Adjudicación anulada

Las obras de la cubierta del estadio de Riazor han estado rodeadas de polémica desde la llegada de la Marea Atlántica a María Pita. En 2015 el Gobierno local liderado por el popular Carlos Negreira aprobó la licitación de estos trabajos. Sin embargo, poco después, con el aterrizaje de Xulio Ferreiro al consistorio herculino, el Ejecutivo rupturista anuló el contrato con la adjudicataria pese a las críticas del PPcoruñés, que ya entonces advirtió de que este hecho retrasaría innecesariamente la culminación de la infraestructura. «Aquella era una reforma viable como se constata en varios documentos del expediente, entre ellos un informe de tres catedráticos de arquitectura de la UDC encargado por el propio alcalde, que avala la obra adjudicada por el PP. Pero Ferreiro anuló sin motivo esa obra, además de someterse a los intereses de la anterior empresa adjudicataria al anular el contrato sin solicitarle una indemnización . Y no sólo eso, sino que devolvió a la empresa el aval de 107.000 euros. La gestión de la Marea del tema de Riazor ha sido un desastre de principio a fin», insiste Beatriz Mato. La candidata del PP a la alcaldía de La Coruña lamenta que, dando por válido el último plazo de finalización que ha dado el Concello el retraso se elevará por encima de los siete meses. «Estamos ante un fracaso estrepitoso, uno más, de Ferreiro», concluye la popular.

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