La anomalía de un invierno sin nubes ni lluvia

Galicia empezó el año con buen pie, al menos, en lo que a lo climático se refiere . Los registros resaltan que, desde el pasado 11 de enero, no cae una sola gota de lluvia sobre esta esquina atlántica, aunque el anticiclón lleva instalado en la Comunidad desde antes. En un mes en el que las nubes apenas se han asomado, a pesar de tratarse de uno de los momentos más crudos del invierno, la memoria ciudadana revela su fragilidad. Ana Lage, experta de MeteoGalicia, confirma que estamos ante una anomalía climática con respecto a la media de precipitaciones que Galicia debería haber registrado este mes, pero matiza que no hay que irse muy atrás en los registros para encontrar inviernos igual de secos y soleados. «A falta de cómo venga el mes de febrero, ha habido inviernos igual de secos que este, como el del año 2012 o el de 2005. También el de 1982 lo fue. En el caso de este enero, estamos ante una anomalía porque seguro que va a quedar por debajo de la media de los últimos 30 años en cuando a la lluvia acumulada, aunque sabemos de otros eneros muy secos como el de 2017, y más aún, el de 2012. Son precedentes bastante cercanos», asume Lage.

Sobre el porqué de esta situación que está permitiendo a los gallegos disfrutar de más horas de sol y de un encadenado de días secos impropios de la estación, la experta de MeteoGalicia aclara que «lo que estamos viviendo es una situación de influencia anticiclónica, con un anticiclón situado entre el Atlántico y las Islas Británicas , que nos deja una situación de tiempo seco, soleado y sin nubes, lo que lleva a que por la noche haya temperaturas muy bajas, con heladas repetidas, y por el día, sobre todo en las horas centrales, temperaturas más que agradables». Además, describe Lage, «apenas tenemos viento, lo que no influye en la sensación térmica, que también es muy agradable. Otro fenómeno son las nieblas que hay por la mañana en las zonas de interior . Eso se relaciona con la situación de ‘La Niña’ del Pacífico , existe cierta correlación con los inviernos fríos y secos en Galicia». Ahondando en este nexo que explica, en parte, la estabilidad atmosférica en la Comunidad, desde MeteoGalicia explican que este fenómeno es la antítesis de ‘El Niño’, y se caracteriza por provocar temperaturas bajas en el mar en la zona del Pacífico, que a la postre se vinculan con el estado del cielo en Galicia.

Atendiendo a la previsión, los modelos no atisban la entrada de lluvias en la Comunidad , que va camino de un mes de ambiente despejado, aunque esta previsión no es del todo fiable más allá de cuatro o cinco días. Lo único seguro es que, de cara al próximo fin de semana, el anticiclón continuará inamovible, lo que garantiza que el tiempo seco se mantenga. Por tanto, nada hace intuir que la llegada de precipitaciones se produzca la semana que viene, donde todo apunta a la estabilidad. «No se le ve finalización a corto plazo a esta situación» , anota la profesional. La parte menos amable de este enero anómalo es la afectación en la calidad del aire, que no puede ser igual a la de un invierno más tradicional debido a la falta de fuertes vientos, que son los que favorecen la renovación del aire. También es notable la caída en el termómetro que se está registrando en la Comunidad, y que alcanzó valores extremos de -5,8 grados en la madrugada de este jueves en Verín-Vilela. Por la contra, el mercurio se disparó hasta los 19 grados en las horas centrales del día en Pontevedra , demostración de las temperaturas primaverales que se están disfrutando, sobre todo, en el sur de la Comunidad. A dos meses de la llegada de la primavera, los expertos aclaran que la atmósfera «no tiene memoria» y que este buen tiempo no tiene que pasar factura. «Que ahora no llueva no implica que la primavera vaya a ser más húmeda o más seca; no tiene nada que ver».