El reto común de la sanidad

2018: el año que puso a prueba la capacidad de adaptación del Sergas

El servicio sanitario cierra un ejercicio convulso en el que los centros de salud se han levantado contra la sobrecarga. El 8 empezarán a operar las mesas de trabajo, pero la protesta sigue: «Hemos visto muchos grupos», recela el sector

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Una manifestación en Vigo convocada para exigir la revitalización de una Atención Primaria mermada por la sobrecarga del personal disponible y el poso dejado por la austeridad aplicada durante la recesión ponía el pasado día 27 el punto ( y seguido ) a un año convulso para el servicio sanitario gallego, tensionado, como el conjunto del Sistema Nacional de Salud, por el déficit de profesionales en determinadas especialidades médicas estratégicas y las demandas de salud crecientes en una población a cada paso más envejecida y aquejada por problemas sanitarios crónicos .

2018 no ha sido un ejercicio fácil, evidenciando debilidades heredadas de los recortes de gasto público aplicados durante la crisis, que hoy se traducen en unas plantillas impactadas por las restricciones a la reposición de efectivos de 2011-2015 y en un modelo condenado a repensarse y reformularse para mantener sus garantías en un escenario transformado.

Lo urgente de las necesidades ha empujado cambios, como el decidido regreso a la prórroga voluntaria de la edad de jubilación del personal médico , o las demandas al Ministerio, fundamentalmente en la petición, todavía no atendida, de seis plazas adicionales para la formación MIR en Pediatría ; la supresión de los límites al reemplazo de bajas por jubilación en la convocatoria de oposiciones o la agilización de los trámites para el reconocimiento y reacreditación de médicos extracomunitarios. También, con el ensayo de nuevas fórmulas de organización de los recursos, como la agrupación de pediatras pilotada durante los meses de verano ante la imposibilidad de cubrir una a una las ausencias por vacaciones de los titulares de plaza en todo el mapa de centros, y la fallida creación del pediatra de área (incluida por el Gobierno gallego en la ley de acompañamiento a los presupuestos 2019 como alternativa para facilitar el desplazamiento puntual de profesionales entre Primaria y Hospitalaria), aparcada —que no enterrada— por la Consellería cuatro días después de su publicación ante las dudas manifestadas por las organizaciones de pediatría.

Las tensiones, aun con las espadas en alto , han fructificado en algunos pasos en positivo, como el aparente consenso inicial de las organizaciones sindicales en torno al nuevo contrato para médicos sustitutos propuesto por Sanidade —que podría estar en marcha en enero para tratar de retener a la promoción MIR saliente con una vinculación estable de al menos un año de duración— y, singularmente, el intento de trabajo colaborativo que arrancó el pasado 18 de diciembre con la constitución de seis grupos de trabajo llamados a explorar soluciones para los problemas de la Atención Primaria. Sobre la mesa, la redefinición de tareas para liberar al facultativo de cargas administrativas o controles de salud asumibles por la enfermería y ganar tiempo para la atención médica efectiva, o, también, el refuerzo de las conexiones con la Atención Especializada para agilizar la comunicación y conseguir un acceso más fluido a las consultas y pruebas hospitalarias.

Explosión en la Primaria

En octubre la huelga de los trabajadores de los Puntos de Atención Primaria (PAC) encendía un primer fuego reclamando la clarificación de su jornada, el pago del 100% de las cantidades comprometidas en sus complementos de noches y festivos y un cómputo equitativo de sus incapacidades temporales. En noviembre, prendía un nuevo foco en las Urgencias del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago —todavía activo a la espera de la votación en urna de la oferta del Sergas, aplazada por el comité de huelga hasta el día 14—, pero fue en los centros de salud del área de Vigo donde el malestar acumulado terminaba por explotar en este último mes del año, con la dimisiónde 25 de los 31 de jefes de Primaria , contrarios, según afirmaron en su declaración pública, a ser «cómplices» del deterioro progresivo de sus servicios.

Las protestas ante la reforma de la ley de salud de 2008 marcaban los primeros meses de un año cargado de tensiones. Una marcha en la capital gallega contestó en febrero a la modificación legislativa —finalmente aprobada en solitario por el PPdeG — con la que el Gobierno consolidaba reglamentariamente el modelo de gestión integrada de los centros de salud y hospitales que había comenzado a desplegar en 2010. La reforma encontraba una oposición en bloque, que vio en la actualización del texto facilidades para el desmantelamiento del servicio público y puertas abiertas al negocio privado. Dos posturas ideológicas irreconciliables en el Parlamento gallego que se han mantenido a lo largo de todo el año en cada debate sanitario y que han tenido su punto álgido de desencuentro en la comisión de investigación sobre «las consecuencias de los recortes y privatización del sistema sanitario gallego (2009-2018)» , constituida en octubre a instancias de las fuerzas de la oposición y abandonada por los mismos grupos apenas diez días después de su primera sesión de trabajo.

El órdago de Povisa

La renegociación cerrada in extremis del convenio con Povisa ante el órdago lanzado en septiembre por el hospital concertado (del que dependen 1.400 trabajadores y hasta 139.000 usuarios del sistema público) con el anuncio de un preconcurso de acreedores marcó otro de los puntos calientes del ejercicio, como la muerte en el mes de agosto del paciente José Manuel Brey, fallecido sin asistencia en el PAC de A Estrada mientras la única facultativa en activo ese día en el centro atendía una urgencia en un domicilio movilizada por el 061.

Pacto de carrera profesional

Pero 2018 también deja un acuerdo sindical sobre la carrera profesional de los trabajadores del Sergas —ampliamente esperado desde la paralización de las negociaciones con la irrupción de la crisis—, que este enero se empezará a aplicar en las nóminas con complementos que, según las estimaciones de la Consellería, supondrán un alza media anual del 6%. También en materia de personal, el ejercicio deja una nueva oferta de empleo público que, manteniendo la apuesta por la convocatoria de OPEs anuales , ofertará 1.400 plazas . La cifra agota el 108% de tasa de reposición adicional autorizado por el Ministerio de Hacienda y avanza —a un ritmo insuficiente en opinión de las organizaciones sindicales— hacia el compromiso asumido por el equipo de Vázquez Almuíña de llegar a 2020 con no más de un 5% de personal eventual tras la consolidación de cinco mil plazas en cuatro años.

Implicados en las soluciones

2019 arrancará con movilización en la calle (al menos dos manifestaciones están convocadas: el 9 en Santiago de Compostela y el 14 en Vigo) pero con los canales de diálogo abiertos a través de los seis grupos de trabajo constituidos para la búsqueda conjunta de soluciones para la Atención Primaria y con una primera reunión fijada ya para el próximo día 8. Este mismo viernes, el Sergas reforzaba el llamamiento a la participación a través de una carta directa a cada uno de sus médicos de Primaria, invitándoles a hacer llegar sus sugerencias entre el 7 y el 31 de enero. No es momento de manifestaciones sino de aportar, defiende la Consellería. «Ya hemos visto demasiados grupos de trabajo», replican los profesionales a la espera de medidas en firme.

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