Las lluvias del otoño y las últimas obras aseguran el agua en Benidorm para 2016

Las lluvias de septiembre, octubre y noviembre, junto con las últimas obras en las infraestructuras, garantizan el suministro de agua para Benidorm durante el primer tramo del año próximo, a pesar de la situación de «emergencia» por sequía decretada hace ya varios meses por la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) en la zona. Así lo aseguró ayer Jaime Berenguer, responsable técnico del Consorcio de Aguas de la Marina Baja.

Ls parámetros de la CHJ establecen que deben pasar seis meses con un balance recursos-demanda en positivo antes de abandonar el escenario de emergencia (que implica riesgo de restricciones), si bien hay ya dos hectómetros cúbicos de reservas en superficie más que hace un año, entre Guadalest y el Amadorio.

Berenguer lanzó ayer un mensaje de tranquilidad y «seguridad» en el abastecimiento para 2016, con cinco hectómetros cúbicos de «aportes exteriores» desde Alicante que ya se han programado –idéntica cantidad a la de este año– por si no llueve en invierno.

Como medidas complementarias, el Consorcio puede contar con caudales de diferentes orígenes, ya sea desde el Júcar directamente –a través del trasvase al Vinalopó– o desde Rabassa-Fenollar-Amadorio, tanto con los Canales del Taibilla como con la desaladora de Mutxamel.

Trasvases

Mientras, el secretario de Estado de Medio Ambiente del Ministerio de Agricultura, Pedro Saavedra, dijo ayer que «hay que cuidar» el trasvase Tajo-Segura ( puesto en cuestión desde Castilla-La Mancha), una infraestructura, recordó, que «da de beber a 2,5 millones de personas, permite regar 150.000 hectáreas agrícolas y ha creado 100.000 empleos directos y más de 300.000 indirectos».