Llega la roja

Llega la Roja señoras y señores, y no hablo de la selección nacional de fútbol. Me refiero a la época que se aproxima según las encuestas preocupantes, donde la unión de comunistas, filoterroristas, chavistas y demás se coloca en segunda posición y con muchas posibilidades de convertirse en primera fuerza política, convergiendo en un gobierno del Frente Popular. 1936-2016, las cábalas causan pavor si a uno le da por volver a leer la historia de España en los años 30.

Algo hicimos mal el 20 de diciembre de 2015. El pueblo español no votó sabiamente… Al menos esto es lo que nos ha dicho la clase política obligándonos a votar otra vez en pleno verano, después del experimento navideño llega ahora el voto del traje de baño.

La abstención estará muy presente ese domingo último de junio. No es para menos. Pero debemos ser responsables con nuestra nación.

En estos instantes nos toca sufrir otra campaña electoral, pues si la anterior centrada en la importancia de los comicios generales de 2015 era vital, la iniciada anoche, aunque parezca más de lo mismo, es la campaña electoral que antecede a las elecciones nacionales más cruciales en 40 años. La España Democrática de 1978 se enfrenta a su inmolación después del 26-J.

Nunca pido el voto, pero aconsejo votar contra los que se han obsesionado en destruir todo aquello que se ha construido durante estas cuatro décadas apasionantes, en ocasiones dolorosas, pero realmente felices en la nueva España surgida en 1978.

El Partido Popular se presenta a estas elecciones, tocado y hundido por la corrupción, desconectado del pueblo y con un trauma del 20-D al perder la mayoría absolutísima que obtuvo en 2011 y que no ha sabido gestionar. Durante este tiempo el PP ha soliviantando a su electorado tradicional al no derogar la Ley de la Memoria Histórica y causando problemas serios a la clase media con la presión fiscal. El partido de Génova 13 está irreconocible. Faltan ideas y valores. No obstante, los deberes económicos parece que dan su fruto.

El Partido Socialista Obrero y Español afronta estos comicios debilitado incluso moribundo, pero sin embargo más necesario que nunca. Si la facción de Ximo Puig vence en la filosofía pactista, despidámonos del partido. El Presidente de la Generalidad Valenciana es un fiel defensor de la alianza con el partido de Coleta Morada. Esta corriente es la menor dentro de Ferraz, pero existente al fin y al cabo. Si los podemitas y los comunistas llegan al poder con el apoyo de los socialistas –hecho complicado pero probable- el fin del PSOE habrá sido rubricado, y con él, no lo duden, el final del régimen constitucional español. De esto sabe mucho Susana Díaz que espera su momento…

Que el patriotismo no quede como un mero testimonio futbolístico durante estas semanas. Nuestro patriotismo debe depositarse con cabeza y corazón en las urnas el próximo 26 de junio. No sé si España en la Eurocopa jugará la final el 17 de julio, pero la final que más nos debe importar es la de este mes de junio. Voten a los socialistas, voten a los populares, voten a los extravagantes, pero voten contra los que quieren aniquilar nuestra forma de vida, la propiedad privada, la libertad, voten contra los demagogos de la vieja política disfrazada de nueva. Voten.