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Justicia

Condenan a siete años de prisión al hombre que mató a su padre a golpes con un bastón en Gilet

En la sentencia, el magistrado aprecia la eximente incompleta de anomalía mental y la agravante de parentesco

VALENCIA Actualizado: Guardar
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La Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a siete años de prisión por un delito de asesinato al hombre de 36 años que mató a golpes a su padre, de 70, en noviembre de 2015 en el garaje de la vivienda familiar en Gilet (Valencia).

Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), en la sentencia, emitida tras un veredicto de culpabilidad por parte de un jurado popular, el magistrado aprecia la eximente incompleta de anomalía mental y la agravante de parentesco.

El autor confeso de los hechos, que tenía antecedentes penales no computables en este caso, residía con su padre, en la calle de Bonrepós i Mirambell de Gilet.

Según la sentencia, padre e hijo se enzarzaron en una discusión en el garaje de la casa familiar, durante la cual el condenado golpeó a la víctima varias veces con un bastón en la cara y le rompió todos los huesos nasales.

Cuando el padre, operado de cáncer y en tratamiento de quimioterapia, cayó al suelo, el penado le dio puñetazos y patadas e intentó ahogarle, hasta que le propinó el golpe final, junto a la cicatriz que la víctima tenía en el estómago por la intervención quirúrgica que había sufrido.

Tras el asesinato, el condenado lavó la ropa y el calzado que llevaba y limpió el suelo y las paredes del garaje, y de madrugada se fue a un bar, donde pasó varias horas.

Al día siguiente llamó a un amigo, a quien le confesó los hechos y acudió a un centro hospitalario de Valencia para que le curaran las heridas que tenía en los nudillos de la mano derecha, consecuencia de los golpes que le dio a su padre, donde fue detenido.

La Fiscalía había reclamado que el hombre cumpliera doce años de prisión por un delito de asesinato, mientras que la defensa solicitó una condena por homicidio, argumentando que su defendido era consumidor habitual de drogas, que tenía diagnosticado un trastorno bipolar "en fase maníaca" y que los juzgados habían ordenado con anterioridad su internamiento.

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