Un mosso acepta 10 meses de suspensión por mentir al juez sobre un policía que avisaba a traficantes

Un subinspector de los Mossos d'Esquadra ha aceptado este miércoles una condena de diez meses de suspensión de empleo y una multa de 2.880 euros por haber mentido en un informe enviado a un juez sobre un inspector de la Policía Nacional investigado por alertar de operaciones policiales a clanes de la droga de la Mina de Sant Adrià de Besòs.

En el juicio celebrado en la Sección Sexta de la Audiencia de Barcelona , el subinspector D.C.G. ha reconocido haber cometido un delito de falsedad en documento oficial cometido por funcionario público, y se ha dictado sentencia de conformidad 'in voce' durante la vista. Tanto la Fiscalía como la defensa han anunciado que renuncian a recurrir la sentencia, por lo que ha sido declarada su firmeza en el mismo acto del juicio.

La Fiscalía acusaba a este mosso de un presunto delito de falsedad de documento oficial al haber remitido a un juez de Badalona que investigaba al policía un oficio con falsedades, y un delito de denegación de auxilio a la Administración de Justicia, y pedía una condena de cuatro años de prisión y que se le aparte del servicio durante seis años y medio.

Los hechos se remontan a abril de 2016, cuando el subinspector, que era jefe de investigación de la comisaría de Badalona, firmó un oficio alertando al Juzgado de Instrucción 4 de esta ciudad de que un inspector de Policía de la comisaría de Mataró (Barcelona) era sospechoso de filtrar investigaciones y operaciones policiales en favor de un clan gitano.

Explicaba en dicho oficio que varios miembros del cuerpo de Mossos habían recibido mensajes y llamadas de este policía para recabar información sobre futuras redadas y operaciones, por lo que el juzgado decidió abrir diligencias.

Sin embargo, cuando el juez de Badalona reclamó a este subinspector que concretara qué agentes habían recibido las llamadas y mensajes del policía, de nombre 'Félix' , éste afirmó en un nuevo oficio que "no se ha podido identificar a ningún agente del CME que hubiera recibido consultas de este tipo" y que se hicieron constar informaciones en el informe previo no contrastadas.

Según el fiscal, «tal afirmación, que no se ajustaba a la realidad, se hizo con el afán de no divulgar los mensajes que tenía en su teléfono móvil», y además se ocultó información que tenía respecto a la actuación de este policía, que finalmente fue investigado por Asuntos Internos de la Policía Nacional y enviado a prisión provisional por delitos de cohecho y favorecimiento del tráfico de drogas.