El Liceu recupera «Attila», de Verdi

Aunque solo será en dos funciones en forma de concierto, por fin regresa al Liceu (hoy viernes y el domingo) la poco programada ópera «Attila» de Giuseppe Verdi, obra que en épocas modernas se ha podido ver en el Gran Teatre en la temporada 1973-74, cuando Justino Díaz y Anne Edwards fueron sus protagonistas, para regresar una década más tarde, en el curso 1983-84, entonces con otras dos grandes figuras internacionales como fueron Evgeni Nesterenko (Attila) y Ghena Dimitrova (Odabella). Y nunca más. En esta esperada recuperación más de tres décadas más tarde, el connotado bajo ruso Ildar Abdrazakov y la talentosa soprano dramática italiana Anna Pirozzi defenderán la obra junto al tenor barcelonés José Bros y al joven barítono Vasily Ladiuk, ganador del primer premio del Concurso Viñas en 2005, también galardonado en el concurso Operalia de Plácido Domingo.

Conocido ejemplo del «Verdi de galeras» -como el propio compositor llamó a las obras de su primer período-, la ópera representa para Anna Pirozzi un debut doble, tanto del papel de Odabella como en el escenario liceísta: «Aunque había cantado muchas veces las arias de soprano de esta ópera, este será mi debut en el papel», afirmó a ABC la cantante napolitana que acaba de protagonizar «Aida», también de Verdi, en el Teatro Real de Madrid. «Esta también será mi primera interpretación en Barcelona, una ciudad que me ha hechizado». Para la soprano se trata de «un papel “di forza” (de fuerza) que junto a Abigaille (“Nabucco”) y a Lady Macbeth (“Macbeth”) representa los tres grandes papeles dramáticos de Verdi que demandan literalmente fuerza física para poder interpretarlos. Eso, junto a una grandísima técnica vocal, ya que el papel exige de todo, un canto dramático pero también sutil, frágil, acentos... Todo ello muy propio de las obras del primer Verdi».

Ildar Abdrazakov, uno de los bajos más importantes del momento, afirmó que esta obra le enamoró y que nada más escucharla en disco le interesó incorporar el papel protagonista, un personaje que ha encarnado en algunos de los teatros más importantes del mundo a pesar de lo poco que se programa. En este regreso barcelonés el podio estará ocupado por una mujer, la maestra Speranza Scappucci, para quien la obra bebe de Bellini y Donizzetti, «una partitura que puede parecer sencilla pero que tiene mucha dificultad».