Julio Bocca lleva al Liceu una «Coppélia» «colorista, ágil y dinámica»

La gira internacional del Ballet Nacional Sodre de Uruguay hace un alto en Las Ramblas para presentar «Coppélia» en cinco únicas funciones. Esta producción, que nunca se ha visto en España, se basa en la versión de 1968 del fallecido coreógrafo Enrique Martínez y producida por el Theatro Municipal de Brasil.

Es la primera vez que una compañía sudamericana de ballet clásico sube al escenario del Liceo lo que hace que su director Julio Bocca se sienta muy emocionado. El coreógrafo, que está a punto de cumplir cincuenta años y lleva un tiempo retirado del baile, reconoce que tuvo la tentación de interpretar al Doctor Coppélius: «Tuve la tentación pero pronto me la quité de la cabeza porque dirigir lleva mucho trabajo y no me gusta hacer una cosa a medias».

«El público del Liceo verá una propuesta colorista, ágil y dinámica», afirma mientras presenta a María Ricetto, la más veterana de la compañía que da vida a Swanilda, una de las protagonistas de la historia de la muñeca Coppélia. «Es una obra muy divertida y apta para todos los públicos», apunta Ricetto, que fue doble de Natalie Portman en el filme «El cisne negro». Ricetto es uruguaya pero comparte escenario con el malagueño Ciro Tamayo que con apenas diecinueve años se convirtió en el primer bailarín del ballet Nacional Sodre de Uruguay.

Una compañía internacional

«En estos últimos años nuestro Ballet Nacional ha pegado un gran salto de calidad –comenta Bocca-. Tengo bailarines de Brasil, de España, de Chile… y de muchos países. Mi idea es formar una compañía al estilo de una escuela americana, con un cuerpo homogéneo pero donde brillen las diferentes personalidades. Tenemos un público de cuatro a ochenta años».

Tras acallar los falsos rumores de que le habían llamado para dirigir el American Ballet de Nueva York, Bocca reconoce que está muy contento en Uruguay al frente del Ballet Nacional Sodre. También afirma que en estos momentos no piensa en bailar: «Me siento como si tuviera treinta años pero el baile es una etapa cerrada porque hay que dejar lugar a la gente joven. Además, el año que viene me hacen un homenaje por mis cincuenta años y me dijeron que ese homenaje sólo se hacen a artistas que ya no bailen». Por su parte, Christina Scheppelmann, directora artística del Liceo, avanza que la temporada que viene habrá tres espectáculos de danza.