Fórum 2004, una odisea judicial

El Fórum Barcelona 2004 fue un evento que, aparte de querer «mover el mundo» -nada menos-, aspiraba a perpetuarse en forma de ediciones sucesivas en otras ciudades del mundo, una voluntad de permanencia que, por ahora, solo se ha cumplido en los tribunales de Justicia. En parte, el responsable de ello es Joan Díaz, artista y, sobre todo, un hombre paciente, tenaz, embarcado desde hace una década en una batalla judicial para que le reconozcan la autoría del espectáculo inaugural del acontecimiento.

«Ya es una cuestión de dignidad, me robaron la idea y luego me quisieron hacer la vida imposible», explica Díaz a ABC con el tono de quien tiene ganas ya de pasar página. El último episodio de esta saga judicial se vivirá el próximo día 5, cuando se sienten en el banquillo de los acusados Daniel Martínez, consejero delegado de la productora Focus, y Guerau Ruiz, liquidador del Fórum, a quienes la Fiscalía solicita tres años de prisión y 60.000 euros de indemnización por acusación falsa y fraude procesal por supuestamente haber presentado una denuncia falsa contra Díaz.

«Lo que pasó es muy grave. Para parar la demanda civil que yo les presenté por haber plagiado mi proyecto, se inventaron una denuncia por la vía penal por la que me pedían seis años de cárcel. Poca broma», apunta Díaz, dispuesto a llegar hasta el final.

Los hechos se remontan a 2006, cuando se admite una demanda civil de Díaz contra el Fórum y Focus por haberse apropiado de su proyecto «Mar de Signes» -registrado años antes del evento- para el espectáculo inaugural, un proyecto que él había ofrecido a la organización sin que esta le llegase a responder. «Imagínate mi sorpresa cuando veo luego que su espectáculo es un calco del mío», recuerda Díaz señalando por ejemplo el elemento más distintivo del mismo, una gran globo terráqueo que se abría y cerraba como un nenúfar. Quien firmó el espectáculo, Hansel Cereza, reconocía en una entrevista posterior que «nos dieron algunas cláusulas para regirnos, a nivel de espacio y conceptuales». Díaz recuerda como Cereza «no fue capaz de explicar a la juez de dónde había salido la idea».

En su demanda por plagio Díaz pidió 4,5 millones de euros de indemnización, si bien pocos días antes de que se celebrase la vista, en 2007, Focus y el Fórum respondieron presentando una demanda por la vía penal contra él acusándole a la vez de haber plagiado la idea de otros. La Audiencia de Barcelona absolvió a Díaz, algo que posteriormentre el Supremo ratificó.

Denuncia falsa

La estrategia del Fórum y Focus acabó volviéndose en su contra, ya que en la sentencia de absolución de Díaz la Justicia ordenó que se investigase a los querellantes. Así fue, y la Fiscalía acabó entendiendo que la demanda la presentaron «a sabiendas de su mendacidad» y con la única intención de parar la demanda civil por plagio que les había presentado Díaz. Es por ello que el Fórum y el máximo responsable de Focus -un gigante de la producción de espectáculos, incluida la sala de prensa del 9-N, y que ha declinado hacer comentarios sobre el asunto- se sientan ante el juez.

«Es un asunto agotador», apunta Díaz, que señala que el Ayuntamiento de Barcelona -detrás del Fórum- le llegó a ofrecer 1,8 millones de euros para que retirase la demanda. Él lo rechazo, lo que hizo que la demanda civil para que se reconociese la autoría del espectáculo prosiguiese, como así acabó sucediendo. La Justicia reconoce a Díaz como el autor, pero no prevé ninguna indemnización por ello. El caso está ahora recurrido ante el Supremo... la peripecia judicial no se detiene.

Joan Díaz reconoce que todo el proceso -diez años ya- le ha supuesto un desgaste personal, pero que seguirá hasta donde sea necesario. A diferencia de la idea del Fórum, un concepto en fase de derribo, Díaz sigue en pie.