Los pueblos se detienen para hacerse oír
El medio rural de Castilla y León exige un pacto de Estado para atajar la despoblación con «presupuestos suficientes y plazos bien marcados»
El tañer de las campanas tenía ayer un significado especial en los pueblos de Castilla y León. Quería convocar a los vecinos, sí, pero también lanzar un mensaje de alarma por la situación que atraviesan muchos de los municipios de la Comunidad, una de las más afectadas por la despoblación en España. Sonaron a las doce de la mañana para llamar a secundar el paro de cinco minutos que las plataformas creadas en torno a lo que ya se conoce como España vacía habían convocado con el objetivo de exigir a las administraciones que pasen de las palabras a los hechos y tomen medidas para frenar una sangría poblacional que hace cada vez más difícil el futuro de los pueblos.
«Zona cero» del problema es la provincia de Soria, con una de las densidades demográficas más bajas de Europa. La capital acogió una de las concentraciones más numerosas: medio millar de personas, en la que los representantes de la plataforma Soria ¡Ya!, una de las impulsoras de la protesta, leyeron el manifiesto consensuado para una reivindicación a nivel nacional -en 23 provincias- a la que se estima que acudieron unas 300.000 personas.
«El momento de las buenas intenciones, de las promesas vanas, de las acciones que sólo viven en el papel ha quedado definitivamente atrás. Ahora le corresponde al Gobierno de España y de las autonomías diseñar una estrategia a favor de la España vaciada con actuaciones definidas, presupuestos suficientes y plazos bien marcados a salvo de los vaivenes políticos de carácter partidista», aseguraron.
Y esas palabras pudieron escucharse en todas las concentraciones silenciosas de las nueve provincias. «Nos callamos para que se nos oiga mejor», señalaron también.
Sánchez y Mañueco
Pero el clamor llegó hasta La Moncloa. El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, mostró su apoyo y escribió un mensaje en Twitter: «Hoy paran para que sus pueblos no paren. Una reivindicación justa. Creemos en el medio rural y en quienes lo habitan, en su papel esencial para el presente y futuro de nuestro país. Trabajamos para llenar la #EspañaVaciada de oportunidades y servicios dignos». En esa misma red social se pronunció el presidente del Ejecutivo castellano y leonés, Alfonso Fernández Mañueco. «Exigiré al Gobierno que salga de las urnas un pacto de Estado para afrontar el reto demográfico. Desde la Junta trabajaremos sin descanso para darle la vuelta a la tendencia, crecer en población y en oportunidades, con una especial atención a nuestras zonas rurales», garantizó.
Pararon diputaciones, como las de Ávila, Segovia y Soria, las Cortes de Castilla y León y multitud de ayuntamientos -en la provincia de Palencia contabilizaron veinticinco-. A título personal participó el teniente alcalde de El Burgo de Osma (Soria), Martín Navas, quien denunció «el abandono institucional» que sufre la provincia. Por eso, comprometió el trabajo del Consistorio para tratar de dar una salida a la situación y exigir a las administraciones «ayudas e infraestructuras». «La solución no va a ser inmediata, pero la reivindicación tiene que ser constante porque hemos llegado a una situación que es insostenible», lamentó.
Detuvieron su jornada durante cinco minutos muchos centros educativos. Entre ellos, el colegio rural agrupado de Aguilafuente, en Segovia, desde donde consideraron que para frenar el éxodo rural es importante «concienciar a los más pequeños» del valor que poseen los pueblos. Las organizaciones agrarias UPA, COAG y Asaja secundaron la movilización en sus respectivas sedes y fueron muchas las pequeñas empresas de la Comunidad que decidieron bajar la persiana.
En Astudillo (Palencia), la farmacia del pueblo paró a las doce de la mañana. «Vivimos en el medio rural y nos interesa que funcione, que los pueblos no se mueran», señaló uno de sus propietarios, Rodrigo Nebreda. Y es que, «son imprescindibles para el país», defendió, porque «no tendría sentido» que la población se acumulase en las ciudades quedando «vacío el resto del territorio». Pero, además, sin ellos, «se perdería una enorme riqueza patrimonial y vivencial», señaló antes de demandar «medidas contundentes» que quizá sean «impopulares», como exenciones fiscales para aquellos que eligen seguir viviendo en sus pueblos.
En las redes
En la provincia de León, los concejos hicieron sonar las campanas y en el municipio de Hospital de Órbigo la concentración se celebró junto al cajero automático que el banco «acaba de cerrar», una acción que ha recibido numerosas críticas por parte de los vecinos.
Las redes sociales se hicieron también eco de la protesta y junto al hastag #YoParoPormiPueblo se llenaron de fotos y vídeos de las diferentes concentraciones y de reivindicaciones individuales. En Instagram colgó la suya Jesús Martínez, quien, pese a estar «lejos de su pueblo, Flores de Ávila» paró para que «la sanidad no mida su cobertura en densidad de población; el mundo rural y la España vaciada se merecen una sanidad de calidad».
Los jóvenes rurales mostraron su respaldo a la protesta y llamaron activamente a la movilización desde plataformas como el Bloque Rural Joven de Palencia, uno de los convocantes del paro.
«Estamos muy contentos porque ha tenido bastante repercusión y porque mucha gente se ha animado a mostrar su reivindicación en las redes», expresó uno de sus portavoces, David Carrión. «Hemos sentido la misma sensación que en la manifestación del 31 de marzo en Madrid y eso nos anima a seguir», concluyó.
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