Los alumnos de Bachillerato, al borde del Pisuerga durante la fabricación de herramientas
Los alumnos de Bachillerato, al borde del Pisuerga durante la fabricación de herramientas - FOTOS: F. HERAS
Educación / Investigación

Neolítico en vivo y por vocación

Alumnos del Colegio Safa-Grial, protagonistas de un proyecto de la Universidad de Valladolid sobre agricultura en la Prehistoria

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De pequeña quería ser arqueóloga. Aunque hoy se inclina por la Medicina, siempre ha tenido «esa inquietud» y si finalmente acaba la carrera como médico, «estudiaré Historia por el gusto de estudiarla». Son las palabras de Margarita Pérez, alumna de primero de Bachillerato en el Colegio SAFA-Grial de Valladolid, mientras se afana, al borde del Pisuerga, en golpear una piedra que ya empieza a tomar la forma de un hacha prehistórica. Es una de los doce alumnos de Bachillerato de ese centro escolar que participan en el proyecto científico y divulgativo de la Universidad de Valladolid «Medeltia», financiado por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (Fecyt).

Algunos de estos estudiantes resoplan al sol por el esfuerzo (un hacha de estas tarda en hacerse, golpe a golpe, más de una semana), pero Margarita asegura que «esta es una oportunidad que no se presenta dos veces en la vida y como no la aproveches, no vuelve».

Lo tiene claro, le interesa bucear en la Historia: «Me parece fascinante que podamos saber por unas piedrecitas, que son semillas de hace miles de años, cómo vivieron los primeros hombres», comenta, y añade que a veces piensa «qué pasaría si dejamos en una isla un grupo de niños, si evolucionarían como lo hemos hecho nosotros; es bonito saber cómo hemos evolucionado y hacia donde vamos».

Este proyecto, que cuenta con los alumnos como protagonistas voluntarios, fue idea del profesor de Prehistoria de la UVA, Manuel Rojo, que señala que continúa el que llevaron a cabo desde el Ebro a los Pirineos, un viaje trashumante con un pastor durante 15 días, a su vez derivado de otro proyecto de investigación sobre una cueva de pastores prehistóricos en los Pirineos.

Margarita Pérez, una de las alumnas participantes
Margarita Pérez, una de las alumnas participantes

Con la ayuda de investigadores de la UVA y del CSIC, especialistas en agricultura prehistórica llevarán a cabo un ciclo agrícola completo (siembra, cuidado, cosecha, procesado y almacenamiento) y sembrarán en abril cereales de primavera (mijo y panizo) y en octubre, otros de invierno (trigo y cebada). Para ello construyen los alumnos sus herramientas a partir de arenisca, sílex y madera.

Rojo afirma que una pieza fundamental del proyecto es «la divulgación científica», algo valorado especialmente por la Fecyt, «lo que creo que ha faltado hasta ahora en la ciencia española».

«El objetivo es que la gente pueda visitar un poblado como era hace 5.000 o 6.000 años en la Península y ver los primeros agricultores y ganaderos, y pueda sentir el Neolítico»

Para esa divulgación cuentan también con el parque burgalés «Paleolítico Vivo», donde instalarán en abril el poblado «Neolítico Vivo». El presidente del parque, Eduardo Cerdá, dice que contarán con cabañas, pero también con especies como las de ovejas que puedan estar en vías de extinción, porque «allí está prohibido no tocar, se escucha, se palpa y se huele la Prehistoria». «El objetivo es que la gente pueda visitar un poblado como era hace 5.000 o 6.000 años en la Península y ver los primeros agricultores y ganaderos, y pueda sentir el Neolítico».

Manuel Rojo Guerra, de la UVA e impulsor del proyecto
Manuel Rojo Guerra, de la UVA e impulsor del proyecto

Pablo de Castro, el profesor de Historia e Historia del Arte en el SAFA-Grial involucrado en este proyecto comenta que a principios de curso pidió alumnos voluntarios y se presentaron 16, de los cuales, por cuestiones personales y académicas, quedaron ocho, a los que se sumaron cuatro de 1º de Bachillerato que el año que viene tendrán la asignatura de Historia de España.

Vocaciones científicas

Este docente explica que «aquí no están todos los mejores expedientes, pero es gente muy interesada en procesos de trabajo, en cuestiones científicas y en ese sentido, se cumple uno de los objetivos del proyecto», despertar vocaciones científicas, como la de Margarita, que también estudia en la Escuela Superior de Danza de Valladolid y, por no perderse esta «oportunidad», no asistía esa tarde a un ensayo para una representación que tenía al día siguiente.

Todo este trabajo también se podrá conocer a través de la decena de documentales y el largometraje que grabará un equipo de Televisión Española y ha contado con la ayuda del Departamento de Maderas del IES Ribera de Castilla de Valladolid.

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