Sanidad
Los casos graves que esperen más de 15 días para una prueba médica irán a un centro privado
Sanidad aplicará en el primer semestre de 2018 un plan para ordenar las listas de espera en especialidades y poner límites de demora según la gravedad
Hasta quince días es el tiempo máximo que esperará un paciente, cuyo caso esté dentro de la prioridad uno, para realizarse una prueba diagnóstica. Superado ese tiempo, será derivado a la sanidad privada donde se llevará a cabo una actuación que no fue posible en la pública. Así se recoge en la segunda parte del Plan Perycles para la reducción de las listas de espera que entrará en vigor en el primer semestre del próximo año y que, en este caso, se dirige a las consultas de médicos especialistas y a las pruebas diagnósticas, especialmente al TAC, resonancia magnética, ecografía y mamografía. El consejero de Sanidad, Antonio Sáez Aguado, aseguró a ABC que su departamento ya trabaja en esta segunda fase y que, con toda probabilidad, se empezará a aplicar en la primera mitad de 2108 . El objetivo es, además de la propia reducción de las listas de espera, como así se intenta conseguir con las quirúrgicas, el poner orden en la gestión de las demoras y fijar unos criterios que permitan unificar los listados.
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Un anuncio que llega después de la denuncia del Grupo Socialista en las Cortes autonómicas por la falta de transparencia de la Consejería por no hacer público el número de pacientes en espera para pruebas y para consultas especializadas. Pero, también, por el incremento que se ha producido en el segundo semestre del año, los últimos datos que manejan por el momento y que disponen gracias a una pregunta parlamentaria.
22.000 pacientes más
Estas listas de pacientes siguen engordando, de forma que al finalizar el mes de junio había en la Comunidad 129.714 personas esperando una consulta especializada , un cinco por ciento mas que en el trimestre anterior. Sin embargo, el mayor incremento fue interanual, con 22.640 pacientes más que el pasado año por estas mismas fechas, lo que supone un aumento del 21,4 por ciento. Las mayores subidas se producen en Ávila (82%), Salamanca (133) y Soria (3,31). En las dos primeras, traumatología y oftalmología son las dos especialidades en las que más pacientes esperan y donde más han subido. De hecho, en Salamanca hay 8.597 personas pendientes en traumatología, frente a los 784 del trimestre anterior.
En cuanto a las pruebas diagnósticas, la demora afecta a 19.384 pacientes, un 12,6 por ciento más que en el periodo previo , con 5.141 personas más. El mayor atasco se produce para las ecografías, que esperan poder realizarse 10.384 pacientes. A continuación se sitúan la resonancia magnética, con 5.741; el TAC, que acumula 2.274, y la mamografía, con 995. Es, precisamente, esta última prueba en la que se ha producido un mayor aumento, con 263 personas más.
En línea con la media nacional
Sáez quiso salir al paso de estos datos asegurando que aún siendo ciertos los incrementos, éstos no se ajustan a la realidad, dado las listas de espera no se están realizando con unos criterios definidos y uniformes. En cualquier caso, insistió en que los tiempos de demora coinciden con la media nacional, en el caso de las consultas especializadas, y están un poco por debajo en las pruebas. Además, los diferentes servicios hospitalarios no coinciden en la forma de gestionar las peticiones, por lo que la primera medida será «establecer un procedimiento de registro para evitar situaciones que distorsionan».
El siguiente paso incluirá el establecimiento de las prioridades clínicas, tal y como se hace con las intervenciones quirúrgicas, ya que hasta ahora sólo se distingue entre preferente u ordinaria. De esta forma, tanto las pruebas diagnósticas como las consultas con especialistas se clasificarán en prioridad uno, que serán las graves y uno podrán tener un tiempo máxima de quince días ; en la prioridad dos, la espera será de 30 a 45 días y, en la tres, por encima de los 45. Se establece así un sistema de garantía de demora, de forma que cuando se superen los quince días en un caso grave con prioridad uno, el paciente puede ir a un centro privado sin que tenga coste para él, ya que el gasto lo asumiría la sanidad pública.
Junto a estas actuaciones, se llevarán a cabo otras medidas encaminadas a agilizar y reducir las listas de espera, como la conexión inmediata, en el momento de pedir una prueba, con el anillo radiológico para que el médico tenga así acceso a todos los imágenes del paciente sin necesidad de solicitarlo, como ocurre actualmente.
