Incendio de SeseñaRemueven la zona más alta de las ruedas para acelerar la combustión

Nueve días y más de 200 horas después de que el mayor vertedero de neumáticos comenzara a arder frente a la urbanización del Quiñón, en Seseña (Toledo), las autoridades llegaron ayer a la conclusión de que, quizás, el incendio está durando demasiado. Por eso, los medios que están trabajando en su extinción van a intentar ahora acelerar la combustión de las ruedas.

El método, que ya se probó el sábado durante unas horas utilizando maquinaria pesada, consiste en remover las capas superficiales de las ruedas que aún arden, ya que las cenizas de los neumáticos quemados en la parte más alta del vertedero ralentizan a su vez que se quemen las ruedas que están debajo.

«Lo prioritario es terminar cuanto antes con la combustión», dijo este domingo desde el puesto de mando avanzado del incendio el consejero de Hacienda y Administraciones Públicas de Castilla-La Mancha, Juan Alfonso Ruiz Molina, informó Efe.

Hasta este lugar también se desplazó ayer el presidente regional, Emiliano García-Page. Tras reunirse con los responsables de las tareas de extinción y en base a las previsiones metereológicas, que apuntan a que este lunes amainará el viento, se decidió utilizar este método. Una técnica que «genera más humo», pero que «acelera la combustión», que al fin y al cabo es lo que se persigue. Asimismo, explicó el consejero, se ha descartado utilizar agua para apagar el incendio, ya que «es perjudicial para el propósito que se tiene».

Situación «insostenible»

A la reunión en el puesto de mando avanzado también acudió el alcalde de Seseña, Carlos Velázquez, quien explicó que la situación es «insostenible» en la urbanización del Quiñón cuando el viento sopla hacia la zona donde están las viviendas y, de esta manera, traslada el humo hasta allí. El alcalde también pidió a los responsables de la Junta de Castilla-La Mancha que «no se escatimen recursos de ningún tipo para acabar lo antes posible con el incendio, que dura ya demasiados días». Hoy, en Seseña, las guarderías y las instalaciones deportivas que dependen del Ayuntamiento estarán cerradas.

Por otro lado, a la misma hora y a cientos de metros de donde se reunían los políticos, unos 400 vecinos del Quiñón se manifestaron para exigir más medios con los que apagar, por fin, el incendio. Elena López, con un hijo de 10 años y una hija de 20 meses, dijo a Efe: «Ayer había una excavadora, pero ¿por qué no hay veinte?». Jesús Gómez, mientras, calificó a los políticos de «mentirosos» porque «debería estar aquí la UME (Unidad Militar de Emergencias) para apagar el incendio y ya estaría extinguido, pero no ha venido nadie a verlo». Los vecinos les reprocharon a los políticos que, estando tan cerca, no se acercaran a la manifestación. «Que vengan aquí y que den la cara. No tenemos acceso a los políticos y no va a venir nadie a escucharnos», lamentó Elena López.

Zona catastrófica

Por la tarde, algunos vecinos se desplazaron en sus coches particulares hasta las puertas del Ministerio de Agricultura, en Madrid, para protestar pacíficamente por «la forma de proceder de las instituciones, la falta de información del suceso o la falta de soluciones a la influencia psicológica que ha generado en la población de Seseña», según explicó Antonio Ayllón a Ep. Este vecino añadió que pedirán la declaración del Quiñón como zona catastrófica, ya que «no se va a poder llevar una vida normal hasta dentro de cinco o diez años».