Descendientes de Félix Sánchez, reunidos en Consuegra
Descendientes de Félix Sánchez, reunidos en Consuegra - J. G. ORTIZ

En busca del abuelo Félix

Félix Sánchez perdió el contacto con su esposa e hijos en 1936. La investigación de uno de sus nietos le ha llevado hasta Consuegra, donde murió. Su familia le ha rendido un homenaje en la población manchega

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Hace unas semanas se ha rendido en Consuegra un homenaje póstumo por parte de su familia a Félix Sánchez Tardío, natural de Añover de Tajo, que falleció en esta ciudad manchega en 1937. Ha sido posible gracias a la información conseguida por sus nietos, desconocida hasta ese momento para la familia, que aclara cómo fueron los útimos momentos de su antepasado y la localización del lugar donde fue enterrado.

Los actos consistieron en la celebración de una misa por su eterno descanso en el convento carmelita de Consuegra, donde murió. Posteriormente en el centro parroquial tuvo lugar un encuentro familiar, en el cual, el protagonista de esta historia fue recordado mediante una exposición audiovisual, que reflejaba los datos históricos obtenidos hasta la fecha.

La jornada finalizó en el cementerio de la localidad, con una ofrenda floral en el lugar donde reposan sus restos.

Según datos biográficos aportados por sus familiares y completados con posteriores investigaciones Félix Sánchez Tardío nació en Añover de Tajo en 1895. Con posterioridad, tras realizar estudios de ingeniería agrícola, arrendó una importante finca de labor en la vega del Tajo, cerca de Aranjuez, en la cual empleó los mejores abonos y las técnicas agrícolas más avanzadas del momento, consiguiendo excelentes cosechas.

La crisis económica del año 1929, que tuvo transcendencias dramáticas en los sectores productivos, se tradujo en la ruina de la mencionada explotación agraria. En octubre de 1934, el Ayuntamiento de Añover de Tajo publicaba un bando, que no debió ser muy del agrado de Sánchez Tardío, pues arrancó el impreso de tablón de anuncios y lo hizo pedazos.

Su acción le acarrearía fatales consecuencias. Acusado de trastornos mentales, se planteó recluirlo en prisión o en el manicomio de Toledo. Optando por esta última opción, el 10 de octubre de 1934, con un diagnóstico de «parálisis general progresiva», enfermedad que en realidad no padecía, fue ingresado en el manicomio de la capital, también llamado Hospital del Nuncio.

Ante la toma de Toledo por las tropas franquistas, el 27 de septiembre de 1936, los enfermos varones del manicomio, entre ellos Félix Sánchez, fueron trasladados a Guadalajara, donde permanecieron hasta que, por circunstancias de la guerra, el 19 de marzo de 1937 el Centro Provincial de Dementes sufría un nuevo traslado. En esta ocasión, al convento de carmelitas de San José de Consuegra, desalojado por las religiosas en julio de 1936. Esta serie de traslados supuso que Félix y su familia quedasen separados en los dos bandos confrontados; el primero en el republicano, y su mujer e hijos en el nacional, perdiendo todo contacto, sin llegar a saber de su paradero.

Ocho meses en Consuegra

Las penosas circunstancias, de hacinamiento, salubridad y alimentación en que se encontraba el nuevo establecimiento psiquiátrico consaburense, fueron denunciadas oficialmente y de forma reiterada por sus propios médicos y enfermeros. En cuanto al enfermo, Félix Sánchez Tardío, como interno del mismo, falleció en Consuegra el 27 de noviembre de 1937 a los 42 años de edad. Su cadáver recibió sepultura en el cementerio municipal, en la fosa común destinada a quienes carecían de medios económicos para contar con sepultura propia.

Las arduas gestiones de investigación llevadas a cabo durante los últimos años por los descendientes de Félix Sánchez Tardío, encabezados por su nieto, Raúl Sánchez Sánchez, tanto en el Archivo de la Diputación de Toledo, como del Ayuntamiento y Registro Civil de de Consuegra, han dado sus frutos con esta emotiva jornada en el lugar donde su abuelo pasó los últimos siete meses y 27 días de su azarosa existencia.

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