Manuel Toledano, con una de laz zambombas de su exposición en Almonacid de Zorita
Manuel Toledano, con una de laz zambombas de su exposición en Almonacid de Zorita - Tole

La Navidad en Guadalajara, a ritmo de zambomba

Dos exposiciones, una en Atienza y otra en Almonacid, muestran la historia de este singular instrumento a lo largo de los años

Guadalajara Actualizado: Guardar
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La zambomba es el instrumento navideño por excelencia en España. Venido de África hace siglos, su sonido burlón rápidamente se coló en las celebraciones de todos los rincones del país por su fácil construcción y uso -quién no ha construido en el colegio una zambomba casera con una lata y un palo de madera-, convirtiéndose en parte del folklore típico y nombrada con frecuencia en la literatura y los villancicos populares. Este instrumento ha conseguido mantenerse de moda pese a ser tiempos en los que la tecnología parede relegar a la tradición. Muestra de ello son las dos exposiciones que durante esta Navidad podrán visitarse en Guadalajara, una en la Posada del Cordón de Atienza y otra en la Casona de los Condes de Saceda en Almonacid de Zorita, de la mano de dos artesanos de la zambomba que llevan toda su vida dedicados a este peculiar instrumento.

En el Centro de la Cultura Tradicional de Guadalajara, en Atienza, desde este sábado se puede disfrutar de la colección de las piezas familiares y personales de Félix Nolasco. Nacido en Guadalajara en los años 50 en el conocido barrio del Cerro del Pimiento en el seno de una familia con gran tradición zambombera, su colección recoge principalmente piezas de la provincia, aunque también en la muestra se podrán disfrutar de zambombas venidas de diversos puntos de la geografía española y peculiares miniaturas hasta el 15 de enero.

José Antonio Alonso, técnico de Etnografía de la Diputación Provincial y responsable de esta exposición, explicó durante la presentación de la exposición algunas de las características de este sencillo y popular instrumento musical ligado históricamente a la Navidad y que ha sido recuperado en los últimos años en todo su esplendor, gracias a los cursos impartidos en la Escuela de Folklore de la Institución Provincial que imparte el propio Nolasco desde hace años.

Además, con motivo de esta muestra, la Diputación Provincial ha editado un documentado catálogo sobre la exposición, en el que se explica de manera detallada y con numerosas fotografías la historia de este instrumento popular, su origen y sentido en las fechas Navideñas, así como la vida del artesano Félix Nolasco y su trabajo en la recuperación de este instrumento musical.

La exposición de zambombas se podrá visitar del 19 de diciembre al 15 de enero los sábados de 11 a 14 horas y de 16 a 18 y los domingos y festivos, de 11 a 14 horas.

Las 180 zambombas de Tole

Pero por si esta exposición supiese a poco para los interesados en el universo de la zambomba, hasta el próximo 6 de enero se puede visitar en Almonacid la muestra de más de 180 zambombas de la coleción del almonacileño Manuel Toledano, «Tole», quien ha construido y recopilado cuidadosamente durante años todo tipo de zambombas. «Quien atraviese el umbral de la puerta, retrocederá sesenta años, hasta las navidades tradicionales en Almonacid de los años 50, 60 y 70», afirma Tole, que ha reproducido al detalle -con conejos, gallinas e incluso con aperos de labranza- una antigua casa de pueblo para convertir en viaje en el tiempo la exposición.

Además de la ambientación etnográfica, el visitante podrá disfrutar del objeto estrella: la zambomba. Construidas de diversos materiales y tamaños, según explica Tole, «el diccionario dice que la zambomba es un instrumento musical rudimientario que produce un sonido fuerte, ronco y monótono. Yo siempre digo que depende de quien lo toque». La muestra de casi dos centenares de instrumentos, comienza por las piezas que son representativas de la villa. «En Almonacid utilizaban material reciclado para construir las zambombas. Por ejemplo son muy típicas las que están construídas en orinales, y también en pucheros y cacerolas».

El caso de los orinales es especial, «porque el ala de arriba permite un apriete que no se consigue en otros recipientes, lo que le da una mejor resonancia a la piel», afirma Tole. Otro de los detalles característicos de las zambombas almonacileñas son las ristras de «cañas», que, con la vibración de la piel, y sobre ella, personalizaban el sonido del villancico en Almonacid a modo de «peculiar percusión».

La más grande de cuantas hay expuestas está construida en un barril, las más pequeñas, sobre una bellota y un dedal. Una está hecha sobre un huevo de gallina, otra sobre uno de avestruz. Las hay hechas de maderas tan nobles como el Casón de los Condes de Saceda que acoge la exposición, otras tienen paredes de calabaza. Todas las pieles que utiliza el artesano son de cabrito, «por su flexibilidad, el sonido que dan luego y la calidad del color», que le traen de Cuenca.

Y al igual que Nolasco, Tole quiere pasar el testigo a generaciones venideras y ofrecerá sus conocimientos en tres jornadas. En la primera explica qué es una zambomba y cómo está hecha, y proyecta un video explicativo. En la segunda, entrega los materiales para que sean los propios alumnos quienes las construyan. «Lo ideal es que venga en abuelo con sus nietos», afirma. La tercera, una vez seca la piel, es para enseñar a tocarla.

Una ocasión perfecta para reconectar con la tradición navideña de la provincia y, por qué no, volver a la infancia con la construcción de una zambomba casera.

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