Sánchez desautoriza a su equipo y asume la defensa de Llarena
Moncloa asegura que la ministra de Justicia cuenta con el «respaldo absoluto» del presidente
El caso Llarena cruzó el Atlántico en el avión del presidente del Gobierno, que a pesar del inicio de su primera gira internacional en Chile se vio obligado a aclarar los vaivenes del Gobierno en relación con la demanda del expresidente fugado de la Generalitat Carles Puigdemont contra el juez instructor del golpe de Estado soberanista. Sin admitirlo explícitamente Sánchez verbalizó la rectificación de su Gobierno y aseguró que «la defensa de nuestro sistema judicial no es una cuestión privada, sino de Estado ».
En el discurso del presidente no hubo rastro de los matices que la vicepresidenta Carmen Calvo y la ministra Dolores Delgado introdujeron la semana pasada al diferenciar entre la jurisdicción española y los comentarios « en el ámbito privado ». Ése había sido el argumento del Gobierno para negar amparo al juez, hasta que ayer el presidente confirmó este nuevo volantazo presionado por la oposición y por el clamor unánime de las asociaciones fiscales (incluida la de la ministra Delgado) y de la mayoría de las judiciales.
« Este Gobierno escucha », se justificó Sánchez. «No es una cuestión de defender a un juez o a otro juez con nombres y apellidos, sino que un Estado lo que tiene que hacer es defender su soberanía jurisdiccional cuando ésta se pone en cuestión».
Se sacude la presión
Desautorizada la ministra, desveladas las divergencias en el seno del Gobierno, en La Moncloa preocupa que la titular de Justicia salga trasquilada del caso Llarena. El PP ya ha anunciado que será reprobada en el Senado . Delgado solicitó ayer comparecer en el Congreso para dar explicaciones sobre este asunto. En La Moncloa se apresuraron ayer a publicitar el «respaldo absoluto» del presidente a su ministra. Fuentes de Moncloa aseguran que Delgado «es una ministra fantástica que cuenta con la absoluta confianza del presidente del Gobierno» y precisan que «ayer hablaron y hablan todos los días y tiene el absoluto respaldo » del Ejecutivo.
Lejos de amilanarse ante la presión de la oposición, en La Moncloa arremeten contra la ofensiva del PP para reprobar a Delgado en el Senado, que califican de « papel mojado » y de «estrategia cortoplacista». «Casado está haciendo un papelón. Antes de mejorar va a empeorar aún más. Hay una competición entre Cs y el PP y al final todo quedará en una liguilla de derechas», auguran. En cualquier caso, en el Gobierno celebró que la demanda de Puigdemont haya falseado las declaraciones del juez.
El desafío soberanista en Cataluña estuvo presente en la rueda de prensa que Sánchez ofreció junto al presidente de la República chilena, Sebastián Piñera , en la madrugada del lunes al martes en el Palacio de la Moneda. El presidente del Gobierno salió en defensa de la Fiscalía Superior de Cataluña y su petición de explicaciones a los Mossos d’Esquadra por las sucesivas identificaciones efectuadas durante el mes de agosto, en varias localidades de la provincia de Tarragona, de personas que estaban arrancando lazos amarillos . «La Fiscalía está obligada a pedir esta información», aseguró, sin hacer referencia alguna a la agresión del pasado sábado en Barcelona a una mujer mientras retiraba lazos. No hubo tiempo para la condena del primer brote violento en la escalada de tensión social a cuenta de la ocupación del espacio público.
Con quien sí fue duro el presidente del Gobierno fue con los dirigentes independentistas catalanes: «Tengo la certeza de que aprovechan el lógico desconocimiento de la ciudadanía para saber cuál es exactamente el proceder que los fiscales tienen en un Estado de Derecho como el español para confundir a la ciudadanía. La Fiscalía es autónoma y el Gobierno respeta su autonomía», zanjó Sánchez.
Gobierno «itinerante»
El presidente del Gobierno anunció que antes de final de año el Consejo de Ministros se celebrará en Barcelona y en Andalucía . «El Gobierno sacará el Consejo de Ministros de Madrid antes de final de año. Este Gobierno tiene un proyecto para el conjunto de España». Sánchez contextualizó esta decisión en que la propuesta del Gobierno para Cataluña es «ser escrupulosamente respetuoso con su autogobierno». «Tanto es así que en las comisiones bilaterales lo que hemos hecho ha sido revisar los recursos de inconstitucionalidad que planteó el Gobierno y el Parlamento de Cataluña, que recurrió la anterior administración y que enrarecieron el ambiente».
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