Curri Valenzuela

Rajoy se resigna a gobernar solo con Rivera

«No descarta por completo formar una gran coalición a la europea con el PSOE, pero contempla presidir a partir de finales de julio un gobierno en minoría con la formación naranja»

Curri Valenzuela
Madrid Actualizado: Guardar
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No descarta por completo formar una gran coalición a la europea con el PSOE, pero inmerso como está ya en la campaña electoral Mariano Rajoy contempla presidir a partir de finales de julio un gobierno en minoría con Ciudadanos y el apoyo, quizás, de algunos nacionalistas. Es lo que el presidente en funciones está transmitiendo a los dirigentes regionales de su partido con los que se reune tras participar en actos electorales en las capitales que visita los fines de semana.

De cara a conquistar al electorado para el 26-J el mensaje del PP sigue siendo el de fomentar el miedo a un gobierno de izquierdas gracias al empuje de la coalición Podemos-Izquierda Unida. En privado, su candidato admite tener la certeza de que nuevamente ganará las elecciones y de que después podrá formar gobierno con bastante rapidez; su calendario previsto es el de que las Cortes se constituirán hacia el 10 de julio y la sesión de investidura puede celebrarse antes de que acabe ese mes.

«No descarta aún la gran coalición con los socialistas, que sería lo mejor para llevar a cabo las grandes reformas que necesita este país, pero eso dependerá de cómo se llama el PSOE después del 27 de julio», dice una persona del entorno de Rajoy. En el PP dan por hecho el descalabro de Pedro Sánchez, que según sus encuestas obtendrá menos votos que la coalición a su izquierda y por ello solo confían en conseguir su abstención en la sesión de investidura, algo que ya ha sugerido como lo más probable Susana Díaz.

Las dudas del aspirante a presidir nuevamente el Gobierno respecto al PSOE contrastan con su certeza de contar con el apoyo de Ciudadanos para la Investidura, que por lo que comenta le parece que va a resultar fácil, aunque la entrada de Rivera y los suyos en el Ejecutivo dependerá, según su criterio, de los escaños que finalmente obtengan PP y Ciudadanos, que ya andan disputándose el voto del centro derecha, de ahí el recuerdo constante de los populares del reciente pacto Sánchez-Rivera y el viaje de este último a Venezuela.

La mutua rivalidad entre PP y Ciudadanos continuará por ahora porque, como advirtió Rajoy en la última reunión con su Ejecutiva, «la campaña no se hace para ganar amigos, se hace para ganar votos». Su alianza se reserva para después en un Gobierno que Rajoy preve corto, con solo un par de años por delante y difícil en un baño de realismo que deja a sus interlocutores contentos por la seguridad de su candidato en que va a ganar pero preocupados por el futuro que les espera.

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