Mariano Rajoy, presidente del Gobierno, testificará en Gürtel
Mariano Rajoy, presidente del Gobierno, testificará en Gürtel - AFP

La postura sobre Bárcenas marcará hoy la declaración de Rajoy

El presidente testifica en un interrogatorio preparado por las acusaciones socialistas

Madrid Actualizado: Guardar
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A pesar de la tranquilidad con la que Mariano Rajoy afronta su testifical en el juicio a la trama Gürtel, el interrogatorio puede alterar el guión manejable esperado por el presidente. Cuestiones polémicas como la «caja B» del Partido Popular, los sobresueldos anotados en los apuntes de Luis Bárcenas, o el rol del propio extesorero y Álvaro Lapuerta en el partido saldrán a relucir en la declaración, asuntos sobre los que Rajoy deberá responder obligado bajo juramento a decir la verdad a los jueces, para no incurrir en un delito.

Rajoy ha sido citado como testigo para que aporte toda la información que sepa sobre las actividades de la trama Gürtel, dadas las responsabilidades orgánicas que ocupó cuando la red corrupta colonizó administraciones del PP: Rajoy fue vicesecretario general y responsable de asuntos electorales del partido entre 1990 y 2003.

Las preguntas de las acusaciones y las defensas –siempre moderadas por el juez que preside el tribunal enjuiciador– pueden obligar al presidente a definir las funciones de Bárcenas como gerente, el cargo que ocupó el acusado en la época juzgada en la vista oral, entre 1999 y 2005. Vaciar de contenido sus atribuciones –como hicieron los antiguos altos cargos del PP Javier Arenas, Ángel Acebes, Jaime Mayor Oreja, Rodrigo Rato y Francisco Álvarez Cascos, también testigos– podría interpretarse como una ayuda lanzada a Bárcenas, considerado por la Fiscalía una de las llaves políticas de la trama, de sus antiguos compañeros.

Bárcenas y Lapuerta

Librar a Bárcenas de responsabilidad en el manejo de los fondos del partido supondría automáticamente señalar al que era tesorero en la época juzgada, Álvaro Lapuerta, un hombre de 89 años cuya imputación quedó archivada por una «demencia sobrevenida». Las preguntas que aborden esta disyuntiva enfrentarán así a Rajoy al fantasma político de Bárcenas, a quien apoyó a través de mensajes de texto una vez comenzada la investigación a la Gürtel, incluso en enero de 2013, y cuyos documentos han sobrevolado la política española. Rajoy nombró a Bárcenas tesorero del PP en 2008, cuando ya era presidente del partido.

La contabilidad opaca

Las acusaciones –incluida la de Adade, que abrirá el telón de la declaración– planean interrogar a Rajoy por la «caja B» del PP y los sobresueldos que aparecían en las notas de Bárcenas, de las que él se benefició según las primeras tesis del antiguo tesorero, que luego se retractó. Los delitos asociados a la contabilidad opaca –que los jueces consideraron acreditada durante 18 años y manejada por Bárcenas y Lapuerta– se analizarán en otra vista; pero las acusaciones preguntarán por ella a Rajoy al considerarla vinculada a la trama Gürtel y en busca de poner en un aprieto político al presidente. Los jueces investigadores, José de la Mata y Pablo Ruz, rechazaron que existieran indicios suficientes sobre los supuestos sobresueldos para llevar su examen al juicio oral.

El criterio del tribunal

El presidente del tribunal, Ángel Hurtado, ha sido flexible a la hora de admitir las preguntas de los abogados acusadores y defensores, priorizando que se debatan cuestiones que puedan afectar a la causa, a pesar de que los letrados se vayan por «las ramas» del proceso e invadan otras piezas de la investigación, como la relativa a los llamados «papeles de Bárcenas», sin permitir tampoco excesos ni reiteraciones. Si las acusaciones se empeñan en preguntar a Rajoy por la «caja B» del PP, es probable que Hurtado intervenga y pida a los letrados ceñirse al objeto del juicio. El criterio del presidente será decisivo para permitir o limitar los temas que salgan hoy a relucir en la sala de vistas de la Audiencia Nacional. La defensa de Bárcenas buscará evitar estas preguntas y protestará, alegando que la contabilidad B se analiza en otra causa, según ha podido saber ABC, sin que deba juzgarse dos veces.

Hurtado se mostró contrario a admitir las testificales de Rajoy y los demás altos cargos del PP, al considerarlas innecesarias, igual que la Fiscalía, y apoyó que el presidente compareciera por videoconferencia. Sus dos colegas de tribunal –los jueces José Ricardo de Prado y Julio de Diego– inclinaron la balanza para citar a Rajoy y obligarle a declarar en persona.

Acusadores socialistas

El tono del interrogatorio puede venir marcado por las acusaciones particulares y populares, entre las que se encuentran el PSOE de Valencia, y el de la localidad madrileña de Boadilla del Monte. La acusación popular de Adade, quien pidió la testifical de Rajoy, también está vinculada al PSOE al nacer en 1988 al abrigo del PSOE europeo. Después de Adade, la Fiscalía Anticorrupción tiene derecho a tomar la palabra, si lo considera pertinente, a pesar de oponerse a citar al presidente. Las fiscales del caso nunca han dejado de preguntar cuando ha sido su turno.

Sin Correa en el banquillo

Del banquillo de los acusados, se ausentarán los principales cabecillas de la trama: Francisco Correa, Pablo Crespo y Álvaro Pérez, alias «el Bigotes», cuyos abogados defensores sí asistirán a la vista oral. Los tres se encuentran encarcelados al haber sido condenados ya en la primera pieza del caso Gürtel que ha sido cerrada con una sentencia. Otros acusados, como Bárcenas, tienen derecho a dejar de asistir a algunas sesiones de la extensa vista oral, pero todo apunta a que no faltarán.

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