El fiscal jefe Anticorrupción, Luzón, acudirá a la declaración de Rajoy por «cortesía institucional»

El recién nombrado fiscal jefe Anticorrupción, Alejandro Luzón, acudirá en persona al juicio a la trama Gürtel en la sesión en la que declara el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que mañana testifica en la vista oral. Luzón, un acusador inquisitivo e implacable en sus interrogatorios, como demostró en el juicio por las tarjetas black de Caja Madrid y Bankia, ha decidido asistir a la vista oral «en un marco de cortesía institucional», aunque serán las fiscales del caso quienes interroguen a Rajoy por aquello que pueda aportar para arrojar luz sobre las irregularidades de la trama, según ha informado la Fiscalía General del Estado.

El Ministerio Público se ha opuesto siempre a la petición de que Mariano Rajoy declare en la vista oral, una prueba solicitada por la acusación popular de Adade por los cargos que el presidente del Gobierno ocupó en el Partido Popular en los años en los que la trama Gürtel corrompió numerosas administraciones.

La Fiscalía considera que su visión de lo que sucedió es «innecesaria», dadas las suficientes pruebas que se han practicado en la vista oral, una tesis con la que coincide el presidente del tribunal, Ángel Hurtado.

Aun así, las fiscales del caso podrán tomar la palabra y preguntar al presidente si así lo deciden, como fue el caso en las testificales de otros antiguos altos cargos del PP, como Rodrigo Rato, Javier Arenas o Francisco Álvarez Cascos. Las acusadoras públicas interrogaron en profundidad a estos testigos. La Fiscalía General del Estado ha informado de que todavía no se ha concretado que fiscal de las dos, Concepción Nicolás o Concepción Sabadell, interrogará, si es así; Luzón no lo hará en ningún caso.

También por cortesía, es posible que el presidente de la Audiencia Nacional, José Ramón Navarro, asista a recibir al presidente del Gobierno, aunque fuentes jurídicas han informado de que todavía es una opción. Dentro de la sala de vistas, Rajoy comparece como «un ciudadano español», no en su condición de presidente del Gobierno, sino por sus antiguos cargos políticos, según expresaron los jueces del tribunal, en el auto en el que obligaron a comparecer en persona, «en un acto de normalidad democrática». Esa condición no implica que el tribunal vaya a permitir a Rajoy declarar «en estrados», en la zona de la sala reservada a los jueces, fiscales y abogados, para ayudar a «preservar su imagen institucional».