Manuel Marín

El problema 155 de Sánchez

«Sánchez tendrá que abandonar su terca ambigüedad. O sí o no al artículo 155»

Manuel Marín
Madrid Actualizado: Guardar
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El desafío independentista va quemando etapas para todos. Para Artur Mas es probablemente la fase previa a la jubilación forzosa que la CUP le prepara. Para Mariano Rajoy, es la exigible a un presidente del Gobierno obligado a imponer el orden frente a la rebeldía, y la ley frente a una sedición a cámara lenta. Para Pedro Sánchez es la etapa en la que tendrá que disipar todas las dudas que siguen ahogando al PSOE en un confuso sudoku territorial. Ayer no fue ningún problema para Sánchez posar junto a Rajoy en Moncloa para exhibir unidad y fortaleza institucional frente al desvarío de una sesión de investidura grotesca. La jornada en el Parlament solo fue equiparable en su guión escénico a aquella comisión de investigación en la que Jordi Pujol casi nos hace creer a todos, casi, que en efecto era un pobre hombre abnegado que recibió una herencia paterna de la que no informó ni a su hermana. Han desquiciado y desvalijado a Cataluña y no tienen complejo de culpa.

Convencido o no -es de suponer que sí-, Sánchez respaldó ayer el recurso que hoy presentará el Gobierno para que el TC suspenda la declaración independentista. Y es digno de elogio, pese a las reservas que alegó semanas atrás. Es un hecho objetivo que el PSOE no aceptó la reforma que permitirá al TC imponer la ejecución de sus sentencias, aunque está claro que desde mañana será la única fórmula viable para respetar la ley allí donde se esté violando. De facto, el PSOE se ve empujado a defender una decisión de Estado, a asumir un papel de coraza institucional junto al Gobierno, creyendo en su fondo… pero no en su forma.

Aun así, este no es el problema más preocupante para Sánchez frente a los otros 150 que le acechan: el varapalo que auguran los sondeos, las disputas internas por las listas, los «fichajes» incomprendidos, la impaciencia de algunos barones para plantear su relevo en el PSOE, las dudas sobre «su» reforma constitucional, la amenaza de Ciudadanos… El verdadero problema de Sánchez será el siguiente a esos 154… Será el 155. Porque es muy posible que el Gobierno se vea obligado a recurrir a ese artículo de la Constitución para intervenir/suspender algunas competencias autonómicas de Cataluña y asumir su control. Llegado ese día, inédito en nuestra democracia y forzado por una desobediencia flagrante, Rajoy pedirá de nuevo respaldo a Sánchez y el PSOE tendrá que retratarse en el Senado. Hasta ahora, Sánchez ha rechazado la vía drástica del artículo 155 y ha rehusado firmar el «Pacto por España» que propuso Ciudadanos. Por eso, si llega ese día, Sánchez tendrá que abandonar su terca ambigüedad. O sí, o no. Y no a todo el PSOE le gusta el «sí quiero» con final feliz.

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