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Rajoy, entonces ministro del Interior, junto a Rubalcaba, en una reunión del Pactro Antiterrorista en 2001 - Ernesto Agudo

PP y PSOE han pactado gobiernos, reformas y municipios

La «gran coalición» no es nada excepcional, pues los dos partidos llevan años pactando

Madrid Actualizado: Guardar
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La «gran coalición» entre el PP y el PSOE tiene una lista larga de precedentes en la democracia española, con idénticos protagonistas. Lo que algunos quieren presentar como un punto de no retorno para el socialismo si se consuma un acuerdo de investidura, en realidad cuenta con un historial repleto de ejemplos de pactos de gobierno, de ayuntamientos, de reformas y de acuerdos de Estado, en los que el interés general ha estado por encima de los partidistas.

El pacto entre el PP y el PSOE más reciente es el antiyihadista, firmado en febrero de este año en Moncloa por Mariano Rajoy y Pedro Sánchez. Fue un acuerdo de Estado no exento de dificultades, que le costaron a Pedro Sánchez más de una crítica dentro de su partido, por la alusión indirecta que había a la pena de prisión permanente revisable.

Pero el Gobierno y Sánchez querían el acuerdo y buscaron una fórmula que satisficiera a las dos partes. Y la encontraron.

Antes ya hubo otros muchos pactos de Estado con el PP y el PSOE como protagonistas. Rubalcaba y Rajoy sellaron uno sobre política europea, y mucho antes Zapatero fue protagonista con Aznar del Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, en el año 2000. La violencia de género y las pensiones (Pacto de Toledo) han sido otros puntos de encuentro de los dos grandes partes.

Algunas reformas estructurales también han unido al PP y al PSOE. El ejemplo más obvio se produjo en 2011, cuando Zapatero llamó a Rajoy para reformar el artículo 135 de la Constitución, para introducir el principio de estabilidad presupuestaria. La «fórmula de gasto», se llamó. Todo un pacto de Estado consumado en pocas semanas.

Pero el acercamiento entre populares y socialistas no se ha producido solo en asuntos concretos y de forma puntual. Ambos se han respaldado en gobiernos autonómicos y municipales, cuando el interés general así lo exigía, según interpretaron en esos momentos. Uno de los casos más claros fue el del País Vasco, en 2009. El socialista Patxi López fue elegido lendakari, gracias a los votos a favor del PSOE, pero también del PP y de UPyD. Se facilitó así la alternancia en el poder de esa Comunidad, y supuso el fin político de Juan José Ibarretxe.

Ese entendimiento entre socialistas y populares se reprodujo a la inversa en la Diputación de Álava y en el Ayuntamiento de Vitoria, donde el PP fue la lista más votada en las elecciones de 2011. Los pactos en ese sentido dejaron de existir en 2015, en un contexto nacional y autonómico muy diferente.

En Navarra también ha sido habitual, durante muchos años, el acuerdo entre los socialistas y UPN-PP, para evitar así la primacía de los nacionalistas e independentistas en las instituciones autonómicas. El último fue en el año 2011, cuando el PSN-PSOE y UPN unieron sus fuerzas para formar un Gobierno de mayoría suficiente, con Yolanda Barcina al frente. Este acuerdo acabó en 2012.

Socialistas y populares también ha sellado pactos en instituciones territoriales como la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). En 2011, PP y PSOE sellaron una alianza, que les permitió repartirse los puestos y poner en marcha este organismo que representa el poder local en España. Pero en 2015, de nuevo, los socialistas decidieron que no había pacto posible con el PP, a pesar de que los populares aventajaron al PSOE por 450.000 votos en las elecciones locales. En 1999, 2003 y 2007 ya presentaron listas por separado, y hubo choques en la asamblea, pero en todas las demás, desde 1981, hubo consenso. En septiembre, el PSOE pactó con CiU, en pleno desafío independentista catalán, para tomar el poder de la Federación y utilizarla como baluarte de oposición contra Rajoy.

Como se ve, ha sido en estos últimos años, con mayoría absoluta del PP en el Gobierno hasta el último 20-D, cuando el PSOE ha marcado distancias de forma tajante y ha roto cualquier pacto con el PP, algo que resumió Sánchez así: «Pactaremos con todos menos con PP y Bildu».

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