El PP abre la puerta a reflexionar sobre la política de dispersión de presos de ETA
Borja Sémper aboga por alcanzar un consenso entre partidos sobre el futuro de los presos
A falta de dos semanas para que ETA escenifique su disolución, la izquierda radical ha emprendido una campaña de presión destinada a facilitar beneficios penitenciarios para los presos. De hecho, apenas 24 horas después de que la banda hiciera público su comunicado de «perdón» , miles de simpatizantes se concentraron en Bilbao para exigir que se deje de aplicar el primer grado sobre los reclusos. Una «ventaja» que no está dispuesto a conceder el PP, que, sin embargo, sí se muestra partidario de abrir un «proceso de reflexión» en torno a la política de dispersión.
En este sentido, el portavoz de los populares en el Parlamento vasco , Borja Sémper, afirmó ayer que es posible «evaluar la situación» de los presos y, si se diera el caso, «hacer modificaciones» en lo que respecta a la política de dispersión una vez la banda se disuelva. En cualquier caso, el dirigente guipuzcoano declaró a ABC que dicho procedimiento ha de ser fruto de una «reflexión serena y sin prisas».
«Es verdad que la política de dispersión nació con ETA y morirá con ETA» , reconoció el mandatario popular, que insistió en que cualquier cambio que se produzca al respecto ha de ser resultado «del consenso entre formaciones políticas». En este sentido, destacó que nadie «en su sano juicio» puede pretender «meter a todos los presos en la misma cárcel del País Vasco», al tiempo que subrayó que el Gobierno central no concederá «ningún beneficio penitenciario» a los presos: «Lo más relevante no es dónde cumplan los reclusos su condena, sino que la cumplan», alegó.
Respecto a la reivindicación del PNV de obtener la competencia de Prisiones, Sémper recordó que el Gobierno vasco ya gestiona prácticamente todos los servicios que se prestan en las cárceles, entre los que se incluyen el traslado de los presos y la seguridad de los centros: «A efectos prácticos, salvo muros y barrotes, todo está transferido», inquirió el popular, que informó de que lo único que queda por ceder es la titularidad del edificio y los funcionarios.
Gestión de aeropuertos
Por su parte, el lendakari reclamó ayer públicamente una «participación directa» en la gestión de los tres aeropuertos del País Vasco , situados en los municipios de Lujua, Fuenterrabía y Foronda. Estaciones que en la actualidad son administradas por el Ejecutivo central y que, a juicio de Iñigo Urkullu, ganarían en «competitividad» si pasaran a ser responsabilidad de su gabinete.
En este sentido, el mandatario nacionalista, que ayer inauguró en Bilbao un congreso internacional sobre conectividad aérea, aseveró que su gabinete «ha desarrollado una estrategia integral de gestión aeroportuaria» más «moderna, descentralizada, colaborativa y cercana» para los usuarios. Un plan que, añadió, «redundará en la mejora de los servicios» que prestan cada una de las estaciones. Asimismo, Urkullu , reclamó la apertura 24 horas del aeropuerto vitoriano de Foronda, una infraestructura «infrautilizada» que requiere, a su juicio, una mejora «sustancial» de su dirección.
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