Curri Valenzuela

El poder es lo que importa

Apenas han tomado posesión de sus puestos y varios de los ministros que repiten intentan demostrar que han incrementado sus áreas de poder en el nuevo Gabinete

Curri Valenzuela
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Podía haber sido ministro, pero dijo que no. Es lo que Jorge Moragas, jefe de gabinete del presidente de Gobierno aseguró en los mensajes que envió a varios altos cargos del PP poco después de que La Moncloa anunciara la composición del nuevo Ejecutivo. Uno de los receptores del whatsapp lo reenvió y al final parece que medio Madrid se ha enterado de su contenido. Unos se lo creen, a otros les parece inverosímil que Moragas se negara al ofrecimiento de su jefe y los más sospechan que se trata de una autojustificación para explicar el hecho de que no estuviera en la lista de los elegidos, después de todos los rumores, se supone que alentados por él, de que iba a sustituir a José Manuel García Margallo al frente de Exteriores.

Apenas han tomado posesión de sus puestos y varios de los ministros que repiten andan enfrascados en la tarea de demostrar que han incrementado sus áreas de poder en el nuevo Gabinete. Los allegados a la vicepresidenta, sin ir mas lejos, quitan importancia a que esta haya perdido la portavocía que le servía de escaparate, y subrayan que se ha incrementado su peso político con el añadido de las competencias de las Administraciones Públicas. Se olvidan del dato de que la financiación autonómica y el control financiero de todas las administraciones continúan en manos de Cristóbal Montoro en Hacienda y de que Soraya Sáenz de Santamaría se va a ocupar solo de la batalla jurídica para evitar la independencia de Cataluña.

También en el entorno de Luis de Guindos se afirma que este va a desempeñar la presidencia de la Comisión Delegada de Asuntos Económicos, que ostenta la vicepresidenta, lo que de ser cierto demostraría su preeminencia sobre Montoro. Además, quiere que la SEPI pase a depender del Ministerio de Industria, que ahora es suyo, aunque pretender que Hacienda renuncie a su control «es tan improbable como que el Barça ceda Messi al Madrid», en palabras de un experto.

En los tres ministerios económicos hay revuelo de secretarios de Estado que se van, otros que tratan de recolocarse. Están en juego la presidencia del Banco de España, la Oficina Económica de la Moncloa (para ambos cargos suena Íñigo Fernández de Mesa, secretario de Estado de Economía) y la presidencia de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), que podría ser para Elvira Rodríguez, expresidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

En algún lugar se encontrará hueco para el aún secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, que no vio en persona cómo su hermano gemelo, Álvaro, tomaba posesión como ministro de eso mismo, Energía, porque no asistió al acto. Autor de la reforma energética de la que Mariano Rajoy se muestra orgulloso, ha tenido que ceder cargo y preminencia al hermano que nació unos minutos antes que él y le precedió en trabajar para el PP. Parece probable que se consuele en la secretaría de Estado de Presupuestos. Todavía queda mucho poder por repartir.

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