Pedro Sánchez ha cambiado su discurso sobre Podemos
Pedro Sánchez ha cambiado su discurso sobre Podemos - JAIME GARCÍA

Pedro Sánchez también se comprometió «a no pactar con Podemos»

Sin embargo su discurso, ante la posibilidad de ocupar la Presidencia del Gobierno, se ha acercado a la formación morada con el paso de los meses

Madrid Actualizado: Guardar
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«Los españoles no entenderían que Pablo (Iglesias) y yo no nos pusiéramos de acuerdo». Esta ha sido la frase con la que el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha cambiado su discurso acerca de un posible pacto con Podemos, una opción que hace unos meses ni se planteaba el líder socialista.

El «compromiso» de no pactar con Podemos, a quien por entonces se refería bajo el apelativo de «populistas» fue adquirido por Sánchez en el mes de septiembre de 2014 y además en prime time. En el plató de Pablo Motos y con las hormigas presentes, Sánchez confirmó que «no iba a pactar con populistas».

A partir de ahí, se sucedieron las visitas a diferentes estudios televisivos en las que el hombre que dirige Ferraz repitió el mismo discurso.

Los periódicos también fueron testigos de este compromiso que comenzó a moderar con el paso del tiempo conforme, según él, Podemos moderaba sus pretensiones.

«Mi compromiso de no pactar con populistas es firme, pero Podemos ha ido modulando su discurso», matizó el líder del PSOE a mediados de diciembre, cuando las elecciones ya eran una realidad inminente. Después, los debates electorales sacudieron su imagen en favor de Podemos, que se acercó a la formación de la rosa en los comicios.

Con los resultados electorales bajo el brazo, al PP de Mariano Rajoy no le han salido las cuentas para formar Gobierno en solitario y tanmpoco con el apoyo de Ciudadanos, lo que ha abierto la puerta a un Ejecutivo de izquierdas en el que se tendría que producir -por imperativo matemático- esa unión PSOE-Podemos (amén de ser apoyada por otros actores parlamentarios).

Y la tercera entrega de este culebrón ha llegado hoy, cuando Iglesias le ha tendido la mano a Sánchez y éste, en tono amistoso, le ha emplazado a esperar el resultado de una hipotética investidura fallida de Rajoy para estrechar, de forma definitiva y como un pacto de Gobierno que podría tener a Iglesias como vicepresidente, esa unión que supondría un giro de 180 grados la promesa del socialista.

Aquí cobra sentido volver al inicio del artículo y recordar la frase más destacada que hoy ha dejado Pedro Sánchez tras su audiencia con el Rey. En ella no queda ahora rastro de líneas rojas ni referencias al populismo: «Los españoles no entenderían que Pablo (Iglesias) y yo no nos pusiéramos de acuerdo».

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