Antoni Noguera, en una imagen difundida en su perfil de Twitter
Antoni Noguera, en una imagen difundida en su perfil de Twitter - ABC

Palma tendrá por vez primera un alcalde nacionalista

El viernes de esta semana, el socialista José Hila entregará la vara de mando a Antoni Noguera, de MÉS

Palma de Mallorca Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El próximo 30 de junio habrá relevo al más alto nivel en el Ayuntamiento de Palma. El econacionalista Antoni Noguera (Palma, 1979), actual concejal de Urbanismo, sustituirá como alcalde de la ciudad al actual primer edil, el socialista José Hila. Así estaba ya acordado desde hacía dos años por el PSOE y por MÉS, con el beneplácito de Podemos, en virtud de los acuerdos suscritos tras los comicios autonómicos y municipales de mayo de 2015. De ese modo, a partir del próximo viernes la capital balear estará gobernada por vez primera en su historia por un nacionalista, que además se define también explícitamente como republicano.

Hasta ahora, los alcaldes de Palma desde 1979 han sido, por orden cronológico, el socialista Ramón Aguiló, el popular Joan Fageda, la popular Catalina Cirer, la socialista Aina Calvo, el popular Mateu Isern e Hila.

Noguera —que fue edil de la oposición en el pasado mandato— asumirá ahora el cargo en una urbe que ha crecido de manera significativa a lo largo de los últimos años, con una población actual de unas 430.000 personas, lo que la sitúa hoy como la octava ciudad de España en número de habitantes.

En el partido de Noguera, MÉS, conviven hoy tres familias ideológicas, la nacionalista, la ecologista y la que proviene de una escisión de Izquierda Unida. Aun así, el «núcleo duro» de la formación está configurado aún mayoritariamente por dirigentes del histórico Partido Socialista de Mallorca (PSM), al que pertenece Noguera. En la actualidad, MÉS se sitúa en una posición ideológica que abarca desde el centro-izquierda nacionalista y ecologista hasta planteamientos federalistas o incluso soberanistas e independentistas, sin que por el momento ninguna de esas posiciones se haya impuesto de manera clara y definitiva sobre la otra.

Cabe recordar que MÉS preside ya en estos momentos el Consell de Mallorca y el de Menorca, con Miquel Ensenyat y Maite Salord como máximos mandatarios, respectivamente. En el caso concreto de Salord, en julio de este año será relevada por la socialista Susana Mora al frente de la institución insular menorquina. Por lo que se refiere al Ejecutivo autonómico, que preside la socialista Francina Armengol, el vicepresidente y al mismo tiempo consejero de Turismo es el econacionalista Gabriel Barceló. La configuración de los actuales tripartitos fue posible gracias a la pérdida de la mayoría absoluta con que contó el PP entre 2011 y 2015 en las principales instituciones isleñas.

Por lo que respecta a Palma, el equipo de gobierno municipal está conformado en el actual mandato por el PSOE, MÉS y Som Palma, que fue la marca blanca con la que Podemos se presentó en la capital balear. En la oposición se encuentran, por su parte, el PP y Ciudadanos. En los dos primeros años de esta legislatura, el todavía alcalde Hila ha optado casi siempre por mantener un perfil político e ideológico bajo, intentando evitar polémicas gratuitas, a diferencia de otros «alcaldes del cambio». La única excepción en ese sentido sería la perseverancia del tripartito palmesano en su propósito de querer derribar el monumento a la memoria de las víctimas del crucero «Baleares», al considerar que se trata de un memorial «fascista».

De momento, el citado monolito sigue aún en pie, pero el futuro nuevo alcalde ha expresado de manera reiterada su intención de demolerlo lo antes posible. Por otra parte, cuando Noguera reciba el viernes la vara de mando por parte de Hila, una de sus prioridades debería ser mejorar el servicio de limpieza de la ciudad, que en este mandato gestiona además MÉS. Desde hace ya bastantes meses, la imagen de suciedad y de abandono que ofrecen diariamente numerosas barriadas empieza a ser ya muy preocupante.

Por lo que respecta al propio Noguera, en estos momentos está a la espera de saber si podría acabar afectándole o no una investigación que está llevando a cabo la Fiscalía en relación a un caso de presunta corrupción vinculado a MÉS. El Ministerio Público está estudiando, en concreto, supuestas irregularidades en unos contratos menores adjudicados al antiguo estratega electoral de MÉS por parte de diversas áreas del Gobierno balear y del Ayuntamiento de Palma gestionadas por los econacionalistas. En caso de que Noguera fuese finalmente imputado, debería dimitir como alcalde, como ha recordado Hila estos días.

En los próximos meses, esa espada de Damocles que por ahora pende aún sobre Noguera pesará sin duda en las relaciones y en los equilibrios internos del actual equipo de gobierno municipal. Por contra, en caso de que la investigación de la Fiscalía sea finalmente archivada, Noguera dispondrá de dos años para poder demostrar que, más allá de etiquetas políticas o ideológicas, es posible intentar trabajar siempre en favor de la eficacia en la gestión, la tolerancia y la convivencia.

Ver los comentarios