Mauricio Casals, al fiscal: «A ver si nos vemos a solas, me dicen que usted me persigue»

El presidente de «La Razón», que utilizó un tono distendido, se desvincula de las facturas sospechosas emitidas por la editora del diario investigadas en el caso de ZED Worldwilde

Luis P. Arechederra

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El presidente de La Razón, Mauricio Casals , declaró ayer en la Audiencia Nacional como investigado en el caso del presunto fraude en las subvenciones públicas percibidas por la empresa Zed. El empresario tuvo que responder a varias preguntas por una serie de facturas cobradas por la editora de ese rotativo y al final de la declaración se acercó al fiscal Anticorrupción del caso, José Grinda, al que tras darle la mano espetó en tono distendido: «A ver si nos vemos un día a solas, me han dicho que usted me persigue». «A mi también me han dicho que es usted el que me persigue», respondió el representante del ministerio público, dentro siempre de ese clima relajado.

El fiscal Grinda, además, sugirió a Casals que sea su abogado el que se ponga en contacto con él si de verdad quiere tener esa reunión, ya que él no tiene inconveniente alguno en hablar con investigados siempre que sea dentro de los cauces adecuados para ello. «Pero de verdad que quiero hablar con usted a solas», insistió el presidente del diario madrileño.

Antes, durante los aproximadamente 30 minutos que duró el interrogatorio Casals se había desvinculado de las facturas supuestamente falsas que habría librado la empresa editora de «La Razón» con conceptos muy genéricos y que habrían sido el vehículo para que el dinero público llegara a las arcas de ese medio.

En concreto, Casals afirmó que no conocía nada de lo relacionado con esos documentos porque no es socio de Audiovisual 2000. Es más, aseguro que la responsabilidad de todo lo relacionado con esas facturas es del presidente del consejo de administración de la empresa, Santiago Barreno, en quien por supuesto tiene toda su confianza.

El empresario se mostró en todo momento relajado, respondió con un punto de condescendencia y al final de su comparecencia le dijo al juez que estaba «cansado». El magistrado Diego de Egea , que ejerce como juez de refuerzo de Manuel García Castellón en el Juzgado Central de Instrucción 6, hizo entonces un comentario en tono coloquial: «Pero si ha sido una declaración muy divertida» ... La respuesta de Mauricio Casals, algo sorprendido por esas palabras, fue que «divertido» habría sido «para usted, porque para mi es muy cansado. He pasado por cuatro cánceres y esto desgasta». No hubo sin embargo tensión alguna , porque la propia forma de responder del investigado provocó ese ambiente distendido en el que se desarrolló la comparecencia.

De momento el empresario sigue imputado, a la espera de las decisiones que pueda adoptar a partir de ahora el instructor. La acusación a Casals se basa sobre todo en la prueba documental obtenida en la investigación.

El monto de las ayudas económicas concedidas a ZED Worwilde investigadas en esta causa ascienden a 67 millones de euros, de los que unos 14 responderían directamente a subvenciones. De la cantidad global, siempre según la investigación, 2,1 millones habrían acabado en el diario «La Razón» . El papel de Casals, supuestamente, era el de «mediar» para que los ministerios de Industria y Economía concediesen subvenciones y créditos blandos a ZED.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación