Iglesias advierte de que Podemos no puede ser «una confederación de corrientes»

Los resultados de la consulta a las bases sobre el modelo de votación para Vistalegre II representan la mejor foto sobre el reparto de fuerzas de todas las familias del partido. El consenso para que Pablo Iglesias siga liderando la formación no oculta que el secretario general ha perdido en este lance su posición incuestionable. Sus planteamientos han logrado la victoria, sí, pero el apoyo logrado por Errejón y los suyos se ha situado muy cerca. Las posiciones de Iglesias no son hegemónicas.

Pasadas unas horas tras su primera valoración de los resultados, Iglesias ha insistido en su voluntad de tener «cerca» tanto a Íñigo Errejón como al rostro visible de los anticapitalistas, Miguel Urban. En una entrevista en La Sexta alertó de que pese a la foto que sale de la consulta, con el partido dividido en diferentes facciones, Iglesias ha pedido que Podemos no puede ser «una confederación de corrientes».

Una respuesta a las palabras ayer de Errejón en las que el número dos incidió en la existencia de «dos proyectos equilibrados».

Esta mañana, Sergio Pascual, ex secretario de Organización y uno de los apoyos más fieles de Íñigo Errejón ha asegurado que la lógica del plebiscito «sale tocada» de este proceso. Desde los errejonistas se está trasladando en privado que el gran daminifcado políticamente tas esta derrota es el actual responsable de Organización, Pablo Echenique.

Pascual ha reivindicado la necesidad de un gran acuerdo entre Errejón e Iglesias, pero ha insistido en que estos no deben ser «prefabricados» sino «fruto de un debate amplio en el que cuanta mayor militancia participe, mejor».

En la misma línea se manifestado el diputado vasco Eduardo Maura, que ha insistido en «la diversidad del resultado» que demuestra unos «equilibrios muy ajustados». Maura es también de los principales apoyos de Errejón, y ha reiterado que la consulta deja atrás «esa lógica de todo o nada», un modelo del que consideran responsable a Iglesias y que ha criticado por no ser «particularmente incluyente».