ANÁLISIS

El crimen de Asunta no tiene «relato alternativo»

El Tribunal Superior de Justicia gallego avala la condena de 18 años para los padres por asesinato

Madrid Actualizado: Guardar
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Asunta Basterra fue víctima de un plan preconcebido por sus padres para asesinarla. La asfixió Rosario Porto pero su exmarido es «asimismo autor del delito» por ese concierto para matar. No se puede probar -como quiso el Jurado- que Alfonso Basterra participara en la asfixia de la niña tapándole la nariz y la boca, ni en atarla de pies y manos, pero colaboró de manera directa en todo lo demás: compró el Orfidal, estaba al corriente de los efectos que provocaba a la niña y no hizo nada para evitarlos, participó en darle las pastillas en el almuerzo y estaba en la calle la tarde del crimen con su hija poco antes de que la pequeña subiera al coche con su madre.

Esta es la principal y casi única modificación que ha introducido el Tribunal Superior de Justicia gallego al que habían recurrido Porto y Basterra. La Sala desestima los recursos de ambos y por tanto valida la condena de 18 años por asesinato con la agravante de parentesco que les fue impuesta el pasado noviembre. Elimina la conclusión de que Basterra viajara también en el Mercedes que condujo a la criatura hacia la muerte, una torsión argumental -por imposibilidad de prueba- que causó sorpresa incluso en quienes investigaron el caso y no especula con otro medio de transporte.

No existe prueba directa del crimen

Los tres magistrados coinciden con las defensas en que no existe una prueba directa del crimen, otro de los manidos argumentos esgrimidos en este procedimiento, escrito y televisado al instante. Pero añaden: «Como en la mayoría de los casos, ningún testigo presenció ni se percató de la acción que acabó con la vida de la niña, ni como es también habitual, existe constancia del hecho por cualquier medio de grabación». Ni testigos ni cámaras. Lo habitual en los crímenes, lo que ven todos los días los profesionales de la Justicia. La única diferencia es que la lupa esté o no sobre el caso. Si la asesinada es una niña y hay un Jurado, la lupa se aplica cual microscopio.

La Sala refrenda el trabajo del Jurado: el veredicto conforma «un silogismo coherente de antecedentes y consecuentes, asumible por cualquier ciudadano medio» y desacredita los argumentos de las defensas. El relato alternativo de Rosario Porto (...) «se eleva sobre el vacío: las circunstancias que rodean el abandono del cuerpo junto al camino, la administración de antihistamínicos, las idas y venidas de Porto nos resultan completamente desconocidas porque sobre ellas ni se ha pronunciado el jurado ni han logrado generarle dudas», señala la sentencia notificada este miércoles.

Para el Tribunal no hay razones que introduzcan dudas sobre la culpabilidad tanto para la madre como para el padre, que por cierto constituyen el sexto hecho probado que se añade a la anterior sentencia: Asunta era hija de Rosario y Alfonso. Antes y después de que la mataran (asesinato con la agravante de parentesco).

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