Quiroga dimite como presidenta del PP vasco

Arantza Quiroga ha anunciado este miércoles, en una rueda de prensa en la sede del PP en San Sebastián, su dimisión como presidenta de los populares vascos. Continúa como afiliada al PP pero pone fin a su actual carrera, que inició hace veinte años: «Mi participación en política activa acaba hoy». Ha asegurado que la orden dada desde la dirección para que hace una semana retirara su propuesta de convivencia y libertad fue «un detonante», pero ha apuntado a causas más profundas: «Nuevamente me ponía ante una realidad. La realidad es que he tratado durante estos dos años de entender que el PP vasco tenía que hacer una transición, una transición desde la resistencia hasta la influencia».

«He tratado de hacerlo pero también les tengo que decir que he fracasado en tratar de aunar voluntades detrás de este objetivo.

Ante esa realidad creo que lo más honesto es apartarse, echarse a un lado para que otros desde atrás puedan coger el relevo y llevar adelante este proyecto», ha precisado. Y más adelante ha insistido: «No me gustaría que se entendiera que la decisión la tomo en función de lo que pasó con esa moción. Es un detonante de algo que hay por detrás, de una situación difícil, complicada. Es una evidencia de que no he sido capaz de aunar esos esfuerzos, esas voluntades de unidad dentro del PP vasco».

Quiroga, que se ha presentado ante los medios de comunicación -a los que citó a última hora de la tarde de ayer, tras viajar a Madrid- sola, sin la compañía ni respaldo de ningún compañero de filas, ha revelado que ya planteó su salida el jueves de la semana pasada, después de verse obligada a retirar su propuesta de convivencia y libertad, desautorizada por su partido al exigir el rechazo a la violencia en lugar de su condena y buscar el respaldo de todos los partidos, incluido Bildu. Hoy ha sido clara al afirmar: «La volvería a presentar una y mil veces».

Aparentemente tranquila y relajada, se ha disculpado por su silencio de las últimas fechas y, por primera vez, ha relatado lo ocurrido, más allá de los rumores y especulaciones de las últimas semanas. «El pasado jueves por la mañana trasladé mi intención de dimitir a la secretaria general del Partido Popular. La secretaria general consideró que era una decisión que tomaba en caliente, que era necesario meditarlo, que en ningún se me ha querido desautorizar. Por tanto me pedían unos días de reflexión, de repensar esa decisión, y que hablaríamos a lo largo del día de ayer», ha comenzado describiendo Quiroga su silencio y aislamiento, que se ha prolongado durante casi una semana.

«He cumplido con lo que se me había pedido, con esos días de reflexión, con esos días de pensar lo que había ocurrido. No he hecho más que reafirmarme en que mi decisión de dimitir como presidenta del PP vasco era lo que debía hacer», ha continuado su relato. «Ayer volvimos a hablar la secretaria general y yo. Nuevamente se me pidió que reconsiderara esa decisión, que contaba con su apoyo, pero la decisión estaba tomada, era fruto de una reflexión, era fruto de mi visión de lo que estaba viviendo. Consideraba que era lo que debía hacer».

Orden de Génova

Durante su comparecencia, Quiroga ha admitido que desde Génova se le indicó que debía retirar su propuesta: «Sí, es evidente. Se me pidió esa retirada y por supuesto que lo hice. El motivo principal que di fue la reacción de Bildu. La verdad es que no es justo decir que solo es achacable a eso». Fue en ese momento cuando tuvo claro su siguiente paso: «Me sentí desautorizada por mí misma cuando di esa rueda de prensa retirándola». También ha reconocido que su proyecto de convivencia y libertad no contó con el respaldo de todos sus compañeros en el PP vasco: «Es evidente que no».

En su intervención, Quiroga ha manifestado en varias ocasiones que en ningún momento se planteó llevar la contraria a Génova: «Llevo 20 años en un partido y entendí que en ese momento lo que se me pedía era que la retirara y por responsabilidad lo hice así». «Estoy en una organización que es el PP y no aspiro a ser un verso suelto».

Pero al mismo tiempo ha defendido el movimiento que, eventualmente, le ha costado el cargo: «Creo que el PP vasco, que ha sido la vanguardia de la lucha contra el terrorismo, debe ser también la vanguardia en la búsqueda de la convivencia en libertad, en paz, de la deslegitimación del territorismo», ha defendido. «Eso ha sido lo que me ha motivado durante estos años en la política. Creo que ahora que ETA no mata teníamos que dar un paso adelante».

«He creído que era el momento, he seguido adelante, y no señalo con el dedo a nadie», ha insistido. «Creo que ese horizonte está ahí. Me gustaría que el PP vasco estuviera ahí, no a rebufo, liderándolo. Somos los que más podemos aportar en ese futuro de convivencia».

«Creo que ese es el camino. Aunque ahora no ha sido posible, dentro de una tiempo se volverá a hacer», ha asegurado. «Espero que los que estén al frente del PP vasco tengan una mirada valiente para afrontarlo». Quiroga ha abogado por sembrar semillas «de convivencia» porque es «lo que debemos a nuestros hijos». Ha afirmado que no es un «objetivo político, sino social».

«No tengo ni idea de qué haré ahora»

Quiroga, que ha dado las gracias expresamente a María Dolores de Cospedal, su número dos Nerea Llanos, sus compañeros en el PP vasco y su familia, ha tendido la vista atrás: «Han sido 20 años apasionantes. Pese a las dificultades no me arrepiento de haber dado el paso de afiliarme al PP, de meterme en una historia que ni siquiera era consciente de dónde estaba metiéndome. Con los años me alegro tanto de haber optado por el PP, y por haber optado por hacer frente al terrorismo, que me compensa todos los malos ratos que hayamos podido vivir».

¿Qué hará a partir de ahora? «No tengo ni idea. Poner un poco de tranquilidad en mi vida, desintoxicarme de la política durante un tiempo. Por ahora sobre todo dedicarme a mi familia y tener una vida más tranquila».