Pedro Sánchez, ayer, en San Sebastián con candidatos del PSE
Pedro Sánchez, ayer, en San Sebastián con candidatos del PSE - reuters

Sánchez llega a Andalucía enfrentado a Díaz por el liderazgo del PSOE

El PSOE-A se resiste a perder la iniciativa de los acuerdos tras las elecciones del 24-M

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Pedro Sánchez llega hoy a Andalucía en medio de la crisis política en esa comunidad autónoma por el retraso en la investidura de su presidenta, Susana Díaz. El líder socialista protagoniza esta mañana un mitin en Granada y, por la tarde en Jaén. Y mañana, jueves, estará en Cádiz y Málaga. En principio, Sánchez no compartirá escenario con la presidenta andaluza en funciones en los mítines de esta semana en esa comunidad, aunque fuentes socialistas no descartan que lo haga en alguno de los programados para la semana que viene, en particular el acto del jueves 21 en Sevilla.

Al fondo, el eterno debate de la mala relación entre ambos dirigentes socialistas, que cada cierto tiempo resurge. El pasado lunes, el secretario de Organización del PSOE-A, Juan Cornejo, volvió a tomar distancia de la dirección al asegurar que la principal federación «no va a participar en los pactos».

Díaz intenta desde el inicio, aunque de momento no le ha salido bien, ser ella quien lleve la iniciativa de los posibles acuerdos. De hecho, hace semanas ya advirtió que no piensa admitir «interferencias» de Ferraz en su política de alianzas, hasta el punto de que el único puente de diálogo abierto entre ella y Sánchez ha sido el que han venido manteniendo Cornejo y el secretario de Organización, César Luena.

El problema que se le ha abierto a la presidenta andaluza es que, a medida que pasan las semanas sin ser investida y se acercan las elecciones autonómicas y municipales del 24 de mayo, corre más riesgo de perder esa iniciativa. Porque, aunque el secretario general de los socialistas ha dicho que va a dejar manos libres a los barones para que establezcan los acuerdos con Podemos y Ciudadanos que crean oportunos, sin un acuerdo global con ambas formaciones pilotado desde Madrid, no está claro que la formaciones de Pablo Iglesias y Albert Rivera vayan a aceptar su implicación en Andalucía sin contrapartidas. Eso supondrá trasladar el centro de gravedad de la negociación desde Sevilla a Madrid.

Entretanto, Sánchez recorrió ayer el País Vasco en una jornada maratoniana que arrancó por la mañana en Irún, de donde se desplazó a San Sebastián; a mediodía compartió un almuerzo con simpatizantes en Vitoria, y cerró el día, ya por la tarde, en Bilbao. Entre los dardos dirigidos al PP, figuró la acusación de «gobernar para los de la amnistía fiscal».

Publicar la lista

En este sentido, Sánchez volvió a insistir en una de las reclamaciones que viene haciendo casi cada día desde hace semanas: «Le digo al PP que publique la lista de amnistiados fiscales porque antes del 24 de mayo, todos los españoles merecen saber a quién ha amnistiado el Gobierno del PP». El secretario general socialista pidió el voto para su formación porque, aseguró, «mientras los poderosos tienen el dinero para frenar los cambios, la ciudadanía tenemos los votos para impulsarlos». Y, de nuevo, regó su discurso con promesas que también ha formulado de forma recurrente: derogar la reforma laboral, repatriar a jóvenes que se buscan el futuro en el extranjero o que los pensionistas no paguen sus medicamentos.

Entre los logros y «avances» que Sánchez atribuyó a los suyos no faltó el de que su partido «siempre ha defendido la libertad», de forma que, afirmó, «hasta el final del terrorismo etarra lleva las siglas del partido socialista». A cambio, acusó al PP de haber «desmantelado» el progreso social propiciado desde Ferraz en los últimos 35 años. «En este país lo mejor siempre ha venido de la mano del PSOE», remachó.

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