Dominique De Villepin
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Dominique De Villepin: un hombre marcado por el caso Clearstream

Ligado a Jacques Chirac desde los años ochenta, el Tribunal no encontró pruebas de que intentara desacreditar en 2004 con documentos falsos a su enemigo declarado Nicolas Sarkozy

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Dominique Marie François René Galouzeau de Villepin (Rabat, 1953), diplomático de carrera, fue primer ministro de Francia desde el 31 de mayo de 2005 al 17 de mayo de 2007. Político y escritor, ha sido además ministro de varias carteras, en concreto de Exteriores e Interior. Su vocación política le viene de su padre, Xavier de Villepin, que fue embajador y senador centrista elegido por los franceses en el extranjero hasta septiembre de 2004.

Políticamente ha estado ligado a Jacques Chirac desde los años ochenta. Curiosamente, nunca ha desempeñado un cargo por votación popular y de hecho vio frustrada su posibilidad de aspirar a la Presidencia de Francia en 2007 por los movimientos suscitados por la Ley de Contrato del Primer Empleo y por su imputación en el Caso Clearstream, del que finalmente salió absuelto.

Posteriormente, en 2012, intentó de nuevo llegar al Palacio del Elíseo pero no consiguió reunir las 500 firmas de cargos electos que requiere la ley francesa para presentarse como candidato. Esos comicios serían finalmente ganados por el socialista François Hollande frente al presidente saliente, Nicolas Sarkozy.

Villepin es, sin duda, un buen orador, deportista, y además posee una gran cultura, siendo su especialidad la figura de Napoleón. Ahora trabaja como abogado para sociedades interesadas en sus consejos en materia de política y legislación internacional y tiene bufete en la prestigiosa avenida Foch, en París. Y de forma paralela viaja a distintos países, entre ellos Venezuela, para pronunciar conferencias muy bien pagadas.

Para poder comenzar su andadura como profesional independiente, Villepin vendió en 2008 su colección de libros de la época napoleónica. No eran solo viejos volúmenes, sino también valiosísimos documentos personales del emperador y del mundo que le rodeó. Prueba de la calidad de todo ello es que en la subasta se pagaron 1,2 millones de euros.

Sin duda el caso Clearstream marcó para siempre su trayectoria política, a pesar de haber salido bien parado de él. El tribunal no encontró pruebas de que el dirigente político intentara desacreditar en 2004 con documentos falsos a su compañero de Gobierno durante años y enemigo declarado en su propio terreno electoral, Nicolas Sarkozy, entonces presidente de la República. Conseguía así no solo evitar la cárcel, sino también pagar una multa de 45.000 euros. «No guardo rencor; es hora de mirar al futuro y pasar página», dijo tras conocer el veredicto. Tras el intento fallido de retomar su carrera política, decidió abrir un bufete desde el que, según la Prensa venezolana, asesoró en 2012 al magnate venezolano Diego Salazar.

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